Rajoy y Sánchez abordan por teléfono la crisis sanitaria, que consideran de interés nacional

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el líder socialista, Pedro Sánchez, han hablado por teléfono esta martes por la mañana para tratar la crisis sanitaria desatada tras el contagio por ébola de una enfermera que trató a los misioneros fallecidos Miguel Pajares y Manuel García Viejo. 

Ha sido Sánchez el que ha tomado la iniciativa de contactar con el jefe del Ejecutivo, después de que ambos no hubiesen logrado anoche comunicarse tras intercambiar varios mensajes de texto.

Rajoy ha informado al líder del PSOE de las medidas que ha tomado y está tomando su gabinete para hacer frente a la situación, que ambos consideran de emergencia y de interés nacional.

Los socialistas creen que su papel es el de estar al lado del Gobierno y consideran que no es momento para pedir responsabilidades

Por ese motivo, Sánchez ha dicho al presidente del Gobierno que el PSOE "va a ser responsable" y no va a pedir la dimisión de la ministra de Sanidad, Ana Mato, criticada por los fallos del departamento que dirige para contener el virus, tras las repatriaciones de los religiosos. Los socialistas creen que su "responsabilidad" es estar al lado del Gobierno en un tema delicado y consideran que no es momento para pedir responsabilidades. Sí ha exigido, no obstante, información "fluida y veraz".

El portavoz socialista en el Congreso, Antonio Hernando, ha reclamado la comparecencia "urgente" de Mato en la Cámara Baja para dar "toda la información" que disponga sobre la situación, porque la autoridades "están obligadas a trasladar seguridad, garantías y tranquilidad" a los ciudadanos. El PSOE seguirá la evolución de la crisis desde su Comité de Seguimiento.

Rajoy y Sánchez se han visto ya dos veces en la Moncloa y hablan a menudo por teléfono. El nuevo líder del PSOE considera prioritario asentar una relación de proximidad con el presidente del Gobierno basada en la lealtad institucional. Y esta lealtad se manifestó recientemente con motivo del desafío soberanista catalán, que ambos coinciden en calificar de “emergencia nacional”, y que ambos han acordado combatir juntos.