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Sociedad

'Sálvame' por partida doble, los 60.000 de 'Gran Hermano' y la vuelta de Mariló

Hace aproximadamente un año la brava Mireia Belmonte afirmó que el pelo de Sergio Ramos era más importante que los récords mundiales batidos por ella en la piscina. Es una aseveración cierta que, pese a su crudeza, no puede sorprender a cualquiera que vea la televisión y conozca los gustos del personal. Y ahora, cuando la buena de Mireia vuelve a arrasar en la piscina, aquella afirmación recobra su valor. Por ejemplo, ahí está la doble emisión de Sálvame Deluxe. Sí, sufridos televidentes, Telecinco apuesta ahora por emitir este programa tanto los viernes como los sábados en prime time. Quien no quiera sopa, ahí tiene sus dos tazas.

De momento, será solo esta semana, con María Patiño al frente y Jorge Javier Vázquez apurando sus vacaciones, pero todo apunta a que esta decisión puede perpetuarse en el tiempo, ya que Telecinco no ha tenido demasiado éxito con sus últimas apuestas para la noche del sábado. Que la cadena opte por emitir más carnaza no es un problema, porque a miles de ciudadanos les encanta deleitarse con las estupideces de esos personajes nefandos que suelen acudir al plató para responder a la flor y nata del periodismo rosa. El exitoso Deluxe es un auténtico disparate, pero, parafraseando a la buena de Mireia, para muchos españoles verlo cada semana es más importante que cualquier programa de actualidad, una buena película, un libro decente o una juerga antológica. Y eso lo dice todo o no dice nada, reflexionen ustedes.  

Algo grave, muy grave, sin remedio, le ocurre a una sociedad cuando 60.000 tíos quieren tomar parte en ese engendro, a costa de su dignidad y su vergüenza

Hay cifras que uno no puede extirpar de su mente por mucho que lo intente. Se adhieren a la piel como una sanguijuela que te devora y cuando reparas en ellas solo puedes estremecerte porque ya estás perdido. La friolera de 60.000 personas han sido aspirantes a concursar en Gran Hermano 15. Dato revelador. Algo grave, muy grave, sin remedio, le ocurre a una sociedad cuando 60.000 tíos quieren tomar parte en ese engendro. A no ser, claro está, que se trate de gente que padece las miserias de la crisis y solo busca una manera de ganar dinero rápido, aunque sea a costa de su dignidad y su vergüenza, que son cosas a las que todos renunciamos alguna vez por el vil metal.

Cifras borreguiles aparte, el caso es que pronto se estrenará en Telecinco una nueva edición del programa que presenta Mercedes Milá. Y no es demasiado complejo aventurar que el espacio volverá a cosechar fenomenales datos de audiencia, amén de generar más y más contenidos, burdos y cutres, pero eso no le importa a nadie, en la cadena de Mediaset. Como ya les contamos aquí un día, resulta que este año la novedad es que los concursantes pueden entrar en la Casa (sí, con mayúsculas) junto a sus familiares y amigos. O sea, si uno va a hacer el ridículo, mejor lo hace también todo su entorno, que las críticas se soportan mejor en grupo. El colmo del despropósito.

La presentadora de TVE se ha convertido hace tiempo en un personaje que ha sublimado su personalidad, ya desdibujada para siempre, de forma que es imposible conocer su verdadero rostro

Para terminar, vamos con el regreso triunfal de la inigualable y nunca bien ponderada Mariló Montero. Será tópico, pero cuando esta mujer abre la boca, sube el pan. Diga lo que diga, automáticamente se convierte en trending topic en twitter. Tengo para mí que solo Pablo Iglesias tiene más popularidad y genera más comentarios que ella. La presentadora de TVE se ha convertido en un personaje que ha sublimado su personalidad, ya desdibujada para siempre, de forma que es imposible conocer su verdadero rostro.

Así, por ejemplo, puede que ella haga cualquier comentario en un tono jocoso, como los que ha hecho en su última entrevista sobre el líder de Podemos, pero automáticamente muchos entre el público se lo tomen al pie de la letra y piensen, en buena aunque errada lógica, que ha perdido el juicio. Creo que ella, una verdadera incomprendida, juega con la audiencia, se ríe de ella al tiempo que alcanza más popularidad y, por ende, más pasta. Y este hecho, como el éxito de Sálvame Deluxe y los 60.000 de Gran Hermano, habla por sí solo.       

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