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Sociedad

El moderado Blázquez, sucesor de Rouco en la Conferencia Episcopal por abrumadora mayoría

Ricardo Blázquez, nuevo presidente de la Conferencia Episcopal en sustitución de Rouco Varela

Ricardo Blázquez ha sido elegido nuevo presidente de la Conferencia Episcopal Española como sustituto de Antonio María Rouco Varela, quien deja el puesto después de cuatro mandatos. Blázquez ya ostentó ese cargo entre 2005 y 2008 y, en contra de la tradición, no renovó otro trienio al perder la votación, precisamene ante Rouco, por tan sólo un voto. Su designación ahora, por abrumadora mayoría de 60 votos de los 79 escrutrados, es una especie de enmienda por aquel episodio, ciertamente inusual en la tradición de la jerarquí eclesiástica española.

Blázquez, de 72 años, era la opción más conservadora y continuista dentro de las que aparecían como favoritas en los últimos días. La más arriesgada y 'rompedora' habría sido la del arzobispo castrense, Juan Del Río, a quien se le considera el de perfil más renovador, y tan sólo recibió un voto. Carlos Osoro, titular de la diócesis de Valencia y que ha recibido diez votos, era el tercero en las quinielas

Consenso abrumador

Sin duda Blázquez, quien antes de Valladolid estuvo al frente de la diócesis de Palencia, era el candidato preferido de la mayoría de los miembros del cuerpo episcopal, ya que no despierta recelos, carece de enemigos y tiene un talante moderador muy necesario tras los largos años de mandato de Rouco. El cardenal Amigo, todo un referente entre los prelados, hizo indirectamente 'campaña' en su favor.

Blázquez, nacido en Villanueva del Campillo (Ávila) es hijo de agricultores, y ofrece una trayectoria de enorme nivel. En su formación académica tuvo gran importancia su paso por la Pontificia Gregoriana de Roma, de los jesuitas. Recordemos que el Papa Francisco es jesuita. En nuestro país ha desempeñado altas responsabilidades en la Universidad Pontificia de Salamanca, es autor de importantes obras teológicas y ha presidido en tres ocasiones la Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe.

Choques con el PNV

Su evolución dentro de la Iglesia ha sido siempre muy reconocida. Su notoriedad mediática se produjo cuando Xabier Arzalluz se refirió a él despectivametne como "un tal Blázquez" al ser designado obispo de Bilbao. Los nacionalistas querían un prelado vasco y recibieron de uñas al recién nombrado. Iñaki Anasagasti, que por entonces era miembro relevante del PNV, comentó con su tradicional fascundia que "loro viejo no aprende a hablar" al enterarse de que el obispo había empezado a recibir clases de euskera.

También tuvo que compaginar su puesto al frente de los obispos con la primera etapa de Gobierno de Zapatero, de enorme peso ideológico, con la introducción del matrimonio homosexual y la asignatura de Educación para la Ciudadanía. Lejos de las actitudes mucho más beligerantes de Rouco (predecesor y sucesor, al mismo tiempo) Blázquez se manejó con mayor tiento, mano izquierda y un destacado afán de no llegar al enfrentamiento. Se recuerda por ejemplo que no asistió a ninguna de las manifestaciones contra el matrimonio hosexual, en contra de lo que hicieron algunos prelados, con Rouco a la cabeza.

Esta actitud tranquila conseguía a la larga frutos importantes. Su relativo entendimiento con el gobierno socialista le ayudó a conseguir un incremento de casi un 40 por ciento en la asignación del Estado a la Iglesia. Nadie duda de que las gestiones cerca de la entonces vicepresidenta, Teresa Fernández de la Vega lograba ablandar el coriáceo corazón de la Moncla. Su llegada al 'gobierno' de los obispos será sin duda una buena noticia para Moncloa. las relaciones entre Rouco y Rajoy, pese a ser ambos gallegos, nunca resultaron particularmente fluidas, ya que ambos ofrecen un estilo de acometer los asuntos y los problemas en forma bien dispar. En el Gobierno, la jubilación de Rouco, que permanecerá al frente de la diócesis de Madrid hasta el verano, es vista como una buena noticia.

Ya en su actual destino en Valladolid, Blázquez demostró que, pese a su imagen tranquila y temperada, tiene personalidad y carácter. Hace dos años, msotró su disconformidad a la elección de Soraya Sáenz de Santamaría como pregonera de la Semana Santa. Dado que la vicepresidenta se casó en un consulado español en Brasil, el ahora presidente de losobispos consideró que quizás no era la persona más adecuada para esa misión. La pequeña polémica se prolongó tan sólo unos días.

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