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Sociedad

"Si se privatiza la gestión hospitalaria a empresas como Capio, se cargarán nuestro sistema de salud"

El secretario general de los sindicatos médicos de España, el murciano Francisco Miralles

Corren tiempos muy duros para el sistema sanitario español, señalado por el dedo de la clase política como uno de esos lujos que España "no se puede permitir". Mientras ciertas autonomías preparan la privatización de la gestión de algunos hospitales, en la línea de salida para obtener estos contratos se coloca alguna empresa a la que se atribuyen relaciones con miembros del partido en el Gobierno, como por ejemplo Grupo Capio, a quien se relacionaba con Dolores Cospedal y su marido Ignacio López del Hierro -relación negada por ellos mismos y por la propia empresa pero que ha tenido gran predicamento en internet, con supuestos documentos que implicaban también a Aznar, Rato y Feijóo en la compañía-. Habla el secretario general de la federación de sindicatos médicos, Francisco Miralles.

¿Cómo está el ánimo de la profesión?

Indignado. El último recorte viene sobre recortes anteriores, lo que significa que la sanidad lleva desde 2009 entre el 25% y el 30% de presupuesto menos, sin perder ninguna prestación. Esto ha salido del capítulo de personal con una media de disminución de sueldos del 30%. El que más ha sido recortado es el médico y también hay una disminución en el empleo, un 5% menos de plantilla en los servicios de salud.

Hay quien piensa que los recortes en sanidad obedecen a un tema ideológico más que a una necesidad de ahorrar. Se piensa que la sanidad debe ser gestionada como una empresa y sacarse rentabilidad de ello. ¿Lo cree así?

"Con la gestión privada de los centros, además del presupuesto habrá que sacar algo de beneficios, que saldrán del ciudadano o del profesional"

Yo no digo que no haya un trasfondo ideológico, pero parece ser que detrás de determinadas decisiones que se están tomando en los recortes esté que al menos la gestión de los centros pase a manos privadas, con lo que además del presupuesto total habrá que ver qué beneficios hay que tener sobre eso, y saldrá de los profesionales o de los ciudadanos. Creo que es un error, si los centros van a seguir siendo públicos y financiados con impuestos, la gestión debe ser pública también y pedir responsabilidades. El problema es que en este país, en sanidad, la gestión ha venido haciéndola el político de turno, en muchos casos personas que no tienen ni idea de sanidad ni de gestión. Así cualquiera puede mejorar esa gestión. Lo que decimos es que hay que profesionalizar la gestión para que sea independiente del poder político, se le pidan resultados y responsabilidad.

Está por ejemplo el Grupo Capio, un grupo que se relacionaba con el marido de Cospedal aunque recientemente ha sido negado por los afectados.

"Los políticos tienen aparatos mediáticos que recogen sus declaraciones: les reto a que pongan datos encima de la mesa"

El otro día en la convención de la OMC nos posicionamos claramente en contra de estas empresas que se están constituyendo al amparo de una posible privatización de la gestión. Hay más además de Capio y alguna con problemas (la de Valencia puede ser comprada por Sanitas, por ejemplo) pero lo cierto es que hay un capital que ha estado invirtiendo en empresas sanitarias y además parece ser que están próximas a personas ligadas con el partido del Gobierno o trabajan dentro de ellas y parece que las administraciones van en esa dirección y esa sea una de las causas por las que se quiere privatizar la gestión. La profesión se ha manifestado en contra y ha sentado muy mal este posicionamiento. Pensamos que por ahí este sistema nacional de salud que está entre los 10 mejores del mundo se lo cargarán y pasaremos a un modelo como el americano, del que todos dicen que hay que huir, incluso el que se está posicionando para hacerse con la sanidad.

Las declaraciones, sin embargo, son contrarias. Dicen que la privatización se hace para garantizar el futuro de la sanidad.

Sí, el discurso es fácil sin aportar ningún documento que justifique o demuestre que eso es cierto. Tienen aparatos mediáticos que lo recogen y estamos en una farsa. Es fácil vender algo que no es cierto, si esto es así y están convencidos, que nos lo demuestren, pongan encima de la mesa los datos que demuestren que este modelo será más eficiente y mantendrá la calidad, la equidad y la universalidad y si nos lo demuestran y podemos ejercer el trabajo sin ningún problema, igual hasta lo apoyamos.

¿En el tema de La Princesa se ha dado realmente marcha atrás?

Estamos en un país democrático donde la opinión de ciudadanos y fuerzas vivas debe determinar las políticas a seguir. Sería de muy necios no hacer caso a la mayoría de la población. Yo no sería muy optimista con el tema de La Princesa porque el acuerdo no se ha alcanzado. Otra cosa es que se mantenga como hospital general pero yo no veo esa decisión escrita ni consensuada con las organizaciones con capacidad de negociar y consensuar. No sé si eso es una medida para aplacar las protestas más que una decisión, porque si realmente hubiera decisión se convocarían reuniones formales, debatiendo los asuntos. Si no, es humo para parar las protestas y me parece perfecto que en el hospital quieran mantenerlas.

Este lunes hay huelga de médicos en Madrid, a la que se suman los de Asturias y también los MIR de Andalucía. ¿Puede haber huelgas próximamente que colapsen los servicios sanitarios?

"Si la idea es cargarse este modelo de sistema sanitario habrá huelgas, una tras otra"

Si los políticos siguen en la dirección que están tomando, Madrid, Andalucía, Navarra... si su idea es cargarse este modelo de sistema sanitario habrá huelgas, una tras otra. Los sanitarios nunca han sido huelguistas y sobre todo los médicos pero hay líneas que no se pueden pasar. Se aprieta tanto el presupuesto que no se permite una asistencia de calidad y además se está desviando la gestión hacia modelos desconocidos y sin garantías.

Mientras tanto, Madrid gasta 169 millones de euros en su televisión pública en 2012. ¿Cómo se justifica?

La sanidad nunca ha sido una preocupación y ahora ya lo es. Hay presupuestos y gastos en las comunidades y el Estado que nadie se ha atrevido a tocar pero son supérfluos: televisiones, senados que no tienen contenido, 300.000 políticos viviendo del erario público... parece que se podría hacer un pequeño o un gran recorte. Ya se ha recortado sanidad y educación y el aparato político y su estructura no se ha tocado, y es lo que la mayoría estamos esperando, ¿cuándo les toca a ellos?

¿Qué piensan del euro por receta?
No nos corresponde determinar, eso lo deciden los políticos. Nosotros decimos que hace falta un pacto por la sanidad donde la sanidad salga del escenario político y se consensúen estas cuestiones. Si es neceario el copago que lo digan y lo expliquen y luego la población les votará o no.

¿Por qué no secundaron la huelga de la semana pasada?

Porque era una huelga política y hacer política no es nuestra misión. Nuestro trabajo es pedir mejoras para los trabajadores pero no referéndums y cuestiones de este tipo. Si hacemos una huelga será en defensa del sistema de salud, los profesionales y que no haya despidos.

Hay quien piensa que ustedes son un sindicato de derechas.

Somos apartidistas y en la organización hay afiliados desde un extremo hasta el otro porque somos un concepto profesional. Es indudable que hay una mayoría de médicos votantes del centroderecha pero nuestro reflejo en la afiliación es el mismo que en la sociedad. Pero lo que cada uno es políticamente lo es a nivel individual y no nos influye. Hemos tenido grandes dificultades con gobiernos de uno y de otro color.

¿Por qué este descrédito tan grande de los sindicatos? ¿Les afecta la mala prensa de UGT y CCOO?

"La palabra sindicato está mal vista, y el número de liberados ha sido mucho tiempo excesivo"

Yo creo que no estamos mal vistos, lo que está mal visto es la palabra sindicato, lo negativo viene por el término sindicato. Y los sindicatos en España no tienen la mejor visión y probablemente tengamos todos culpa. Yo creo que los sindicatos son necesarios y el trabajador necesita organizaciones que puedan defenderlo no a título individual sino de grupo. Pero en este país los sindicatos se habían convertido en aparatos subvencionados por el Estado y habían perdido su independencia. Nosotros ni vivimos de las subvenciones ni vivimos de los liberados. Vivimos de los afiliados.

La cuota que paga el afiliado se devuelve al año siguiente en la declaración de la renta, con lo que sí que es una subvención pública.

Tiene una desgravación, y efectivamente si no hubiera cierta prima esto sería un desastre. Otras organizaciones tienen más del 50% del presupuesto de subvenciones y parece que eso era poco defendible y está volviendo a cifras de normalidad.

¿Qué función hacen los sindicatos de clase en la sanidad?

El modelo de sanidad y estructura del sistema nacional de salud lo defienden y bien. En la defensa de los profesionales, fundamentalmente del médico, no los veo. Los respeto pero les pediría que defiendan al médico de la misma manera, cuando hay que recortar un 5% que sea para todos, no un 1% para unos y un 10% para otros.

En Reino Unido Margaret Thatcher quitó poder a los sindicatos de clase en los 80 y desde entonces (y ya de antes) no ha habido huelgas generales sino sectoriales. ¿Este es un modelo imitable?

Yo creo que incluso el respaldo de los trabajadores, la población y los sindicatos generales están en una situación de menor crecimiento. Los profesionales vamos para arriba y los generales van para abajo.

Es una idea bastante generalizada que el número de liberados es excesivo, ¿coincide con eso?

Ha sido excesivo, teníamos acuerdos de liberados por encima muchas veces de lo razonable. Pero también es cierto que la última regulación que hizo el gobierno central y ha tenido trascendencia era que aplicaba estrictamente los liberados a la ley y se establecía un criterio razonable. Ha habido una reducción superior al 50% de liberados sindicales en todo el territorio nacional y ahora mismo estamos justamente en lo que la ley determina, por lo que apretar más sería dejar en debilidad y desventaja a unas estructuras que defienden a los trabajadores.

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