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Sociedad

Monseñor Sebastián: "La homosexualidad es una deficiencia que se puede normalizar con tratamiento"

El arzobispo emérito de Pamplona y Tudela, Fernando Sebastián Aguilar.

El arzobispo emérito de Pamplona y Tudela, Fernando Sebastián Aguilar, que será nombrado cardenal en febrero, declaraba este domingo en una entrevista concedida a diario SUR’ que “la homosexualidad es una deficiente sexualidad que puede normalizarse con tratamiento”.

“Muchos se quejan y no lo toleran, pero con todos los respetos digo que la homosexualidad es una manera deficiente de manifestar la sexualidad, porque ésta tiene una estructura y un fin, que es el de la procreación. Una homosexualidad que no puede alcanzar ese fin está fallando. Eso no es un ultraje para nadie. En nuestro cuerpo tenemos muchas deficiencias. Yo tengo hipertensión, ¿me voy a enfadar porque me lo digan? Es una deficiencia que tengo que corregir como pueda. El señalar a un homosexual una deficiencia no es una ofensa, es una ayuda porque muchos casos de homosexualidad se pueden recuperar y normalizar con un tratamiento adecuado. No es ofensa, es estima”, afirmó.

Asimismo, considera que la actitud conciliadora del Papa sobre este tema no contradice en nada a la doctrina de la Iglesia.

"En nuestro cuerpo tenemos muchas deficiencias. Yo tengo hipertensión, ¿me voy a enfadar porque me lo digan?"

“El Papa extrema los gestos de respeto y estima a todas las personas, pero no traiciona ni modifica el magisterio tradicional de la Iglesia. Una cosa es manifestar acogida y afecto a una persona homosexual y otra, justificar moralmente el ejercicio de la homosexualidad. A una persona le puedo decir que tiene una deficiencia (que es lo que es), pero eso no justifica que deje de estimarla y ayudarla. Creo que esa es la postura del Papa, lo mismo respecto del matrimonio homosexual o los divorcios. Vamos a estar a su lado, pero la Iglesia no puede cambiar las exigencias de la moral. El amor siempre pide fidelidad y ser irrevocable. El amor humano es lo que es y la Iglesia tiene que defender la verdad y la autenticidad profunda del hombre, ayudando a todos, a los que lo realizan bien y a los que se equivocan o fallan”, declara.

Sebastián ya despertó controversia con sus declaraciones el lunes pasado durante la conferencia de prensa que dio en el Obispado de Málaga con motivo de su designación como cardenal, donde dijo que el debate sobre el aborto está "pervertido" e instó al líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, a responder si hay una mujer que "se sienta con el derecho de matar a su hijo".

“Me inquieta que la sociedad española haya asimilado la normalidad del aborto. Es un debate mal planteado. Se elude la verdad del aborto. No es la interrupción del embarazo, es la interrupción de la vida de un ser humano incipiente que está en el vientre de su madre. A partir de ahí podemos discutir si es lícito o despenalizado. ¿Una mujer sensata y normal es capaz de reclamar el derecho a acabar con la vida del hijo que lleva dentro? No tiene sentido políticamente ni antropológicamente hacer del aborto una bandera de modernidad. Es un tema de reflexión más humanista que religiosa”.

"¿Una mujer sensata y normal es capaz de reclamar el derecho a acabar con la vida del hijo que lleva dentro?"

Al ser preguntado acerca de los casos de pedofilia dentro de la Iglesia, el arzobispo afirma “que la forma de evitar este tipo de cuestiones es acentuar nuestro trabajo en la educación, educar moralmente, religiosamente y humanamente, con estabilidad afectiva, con fuerza de voluntad... Todos los problemas de tipo personal arrancan de una deficiencia educacional. No solo en los colegios religiosos, en todos los centros educativos”.

Destaca la decisión del Papa Francisco para afrontar los problemas

Monseñor Sebastián asegura que el Papa Francisco es seguidor de sus publicaciones, como el libro ‘La fe que nos salva’. “En 2006 nos dirigió unos ejercicios espirituales como cardenal. Me saludó por mi nombre y yo le pregunté que de qué me conocía. Me dijo que leía todos mis escritos y que era alumno mío. Me dio una gran alegría”.

Asegura que el Papa es un hombre caviloso al que le gusta analizar bien las cosas, pero también muy decidido.

“No lo conozco mucho porque lo he tratado muy brevemente en dos o tres ocasiones, pero me da la impresión de que es un hombre de Dios, muy realista, que conoce y se acerca con mucho amor a la vida diaria de la gente, y decidido, que no depende de los comentarios, sino que aquello que piensa que tiene que hacer lo hace”.

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