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Sociedad

La educación separada en España, ¿un debate pedagógico o ideológico?

Un fallo del Tribunal Supremo y unas declaraciones en contra del ministro de Educación, José Ignacio Wert, bastaban para reavivar un debate recurrente en España: la conveniencia o no de que existan colegios concertados con educación separada por sexos (centros sólo de chicos o sólo de chicas).

El Tribunal Supremo permitía recientemente a Andalucía y Cantabria denegar el concierto económico a dos de sus colegios de educación diferenciada. Una decisión basada, entre otros, en el artículo 84.3 de la Ley Orgánica de Educación, en el que se expone que en ningún caso habrá discriminación en la admisión en centros públicos y concertados "por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, u opinión".

Por su parte, el ministro Wert contestaba a esta sentencia en un comunicado. "Si no hay discriminación, no puede haber diferenciación en la aportación de fondos públicos", afirmaba y planteaba incluso la posibilidad de modificar la ley a raíz de esta sentencia. El debate estaba servido.

Educación separada, vinculada al Opus Dei

En Reino Unido, de 1.900 escuelas separadas, 416 son de titularidad pública. A diferencia del resto de países de nuestro entorno, en España no existen colegios públicos, ni concertados laicos que ofrezcan este tipo de educación. Esta particularidad ha hecho que la educación diferenciada se asocie en exclusiva a colegios religiosos, y más concretamente, a colegios vinculados con el Opus Dei.

En España no hay colegios públicos, ni concertados laicos con educación diferenciada

Sin embargo, los defensores de este modelo educativo no aplean a criterios religiosos sino a motivos biológicos en relación al distinto ritmo de desarrollo entre los niños y niñas en edad escolar. "Los resultados tienen un sesgo enorme en función del sexo", afirma Alfonso Aguiló, director del colegio Tajamar en Madrid (vinculado al Opus Dei). "Está demostrado que las chicas aventajan en un curso a los chicos en comprensión lectora, mientras que los chicos hacen lo propio en matemáticas", matiza.

Para Aguiló, reabrir este debate que considera "populista" sólo sirve para desviar la atención sobre los verdaderos problemas de la educación en España. "Somos los penultimos en Europa, sólo por delante de Malta. Tenemos grandes profesionales pero todo lo referente a Educación está muy regulado, no queda margen de maniobra", se queja. "Queremos defender un modelo de pluralidad, lo último que necesita la educación es un modelo único".

Por último, insiste en que este modelo no resulta discriminatorio porque son los padres de los alumnos quienes libremente eligen entre un modelo u otro. "Hay que dar la palabra a las familias".

Favorece los estereotipos y el sexismo

Por otro lado, quienes denostan este modelo educativo aluden a estudios como el presentado en la revista Science en 2011, en el que se afirma que la educación diferenciada favorece la aparición de estereotipos de género y del sexismo.

La secretaria de Educación del PSOE, Mª del Mar Villafranca, asegura que en España se apostó por la coeducación (o educación mixta) como modelo de progreso frente al que imperó durante años. "Nosotros considerábamos que este debate ya estaba superado, pero parece ser que no", declara. "La educación no entiende sólo de ránkings y resultados, se trata de formar a personas en torno a criterios de igualdad de género".

En cualquier caso, defiende que las sentencias del Supremos no van en contra de este modelo, "sólo inciden en el mantenimiento del concierto con fondos públicos de una opción minoritaria".

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