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Sociedad

El marido de Teresa Romero no acepta las disculpas del consejero por matar a su perro y "casi" a su mujer

Javier Limón en rueda de prensa tras recibir el alta sin síntomas de ébola.

El marido de Teresa Romero, la primera infectada de ébola fuera de África, Javier Limón, ha comparecido junto a su abogado horas después de recibir el alta hospitalaria para dar las gracias a los que se han implicado en el caso de su mujer y anunciar que emprenderán acciones legales para “exigir que se depuren responsabilidades, empezando por el consejero de Sanidad de Madrid”, Javier Rodríguez. Limón ha dicho que no acepta las disculpas del consejero por "matar" a su perro Excalibur y "casi" a su mujer.

Asegura que “Tere no ha sido nunca culpable” y que acusarla de “que no sabía quitarse el traje es una falta de respeto”. El responsable de Sanidad de Madrid acusó a Teresa Romero de haber ocultado información sobre su estado de salud, unas afirmaciones por las que después pidió disculpas.

No ha dado detalles sobre el inicio de las medidas que van a tomar y ha remitido a sus abogados para futuros comunicados. No obstante, ha dicho, “ya llegará el momento de los reproches, ahora es momento de agradecer”. Ha empezado por los medios, por dar cobertura a “un asunto tan mal tratado por los políticos” que de otro modo “habría pasado desapercibido”.

“Creo en la Sanidad hecha por personas”, ha aseverado el marido de la auxiliar contagiada por ébola. Limón ha tenido palabras para los “héroes anónimos” que han tratado de forma voluntaria a su esposa y ha mandado un mensaje a la hermana Paciencia: “Si está viendo esto sepa que Tere está deseando salir para darle un abrazo y las gracias personalmente".

Javier Limón es consciente de la importancia y la repercusión de su caso y considera que es gracias al trabajo del personal sanitario. “Solo nos hemos preocupado por el ébola cuando ha llegado a Europa, valga todo esto para que por fin se luche contra la enfermedad en todo el mundo”.

Ha insistido en que su perro Excalibur fue “ejecutado” injustamente, “sin ni siquiera darme la oportunidad de reclamar. Algo que no era necesario, como hemos visto en EEUU. Hemos perdido una oportunidad científica de ver cómo evoluciona la enfermedad en animales”. 

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