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Sociedad

Berezovsky planeaba unas vacaciones con su novia y sonaba "mejor que nunca" antes de su muerte

La tesis del suicidio paa explicar la muerte del oligarca ruso Boris Berezovsky, no convence a su entorno. Según recogen medios británicos, el empresario, cuyo cuerpo fue hallado el sábado con una cuerda alrededor del cuello en su casa de la localidad de Ascot, cerca de Londres, no cree en el suicidio como causa de la muerte. Según las declaraciones de su novia, Katerina Sabirova, de 23 años, recogidas por The Telegraph, el ruso se encontraba de muy buen humor el día antes de su muerte y estaba esperando pasar unos días de vacaciones en Israel. 

Sabirova dijo que sonaba "mejor que de costumbre" cuando hablaron y que se debían a ir al mar muerto tres días después. En una entrevista con el New Times,un periódico semanal ruso, la novia de Berezovsky, muy crítico con el presidente, Vladímir Putin, el ruso se iba a encontrar con su joven novia en el aeropuerto de Tel Aviv, hasta donde volaría con su guardaespaladas. Según Sabirova "el viaje a Israel fue definitivamente planeando para el lunes 25 de marzo. "[Berezovsky] solía decir:" Imagínate si yo no estoy, todos los problemas desaparecen", pero no puedo imaginar que hiciera esto. Es muy difícil de creer".

Después de varias horas de pesquisas en la propiedad para establecer si había sustancias químicas, biológicas o radiactivas, la Policía calificó de "inexplicable" la muerte del ruso y señaló que no había pruebas de que otra persona estuviera "implicada".

Según The Daily Telegraph, cuando la exmujer del empresario, Galina, llegó a la vivienda, un sanitario analizaba el cuerpo de Berezovsky y al parecer encontró una bufanda cerca del cuerpo.

Por su parte, un viejo amigo del oligarca, Nikolai Glushkov, señaló al periódico The Guardian que Galina salió de la casa creyendo que su exmarido podría haber sido asesinado. "Boris fue estrangulado. O lo hizo él mismo o alguien le ayudó. (Pero) no creo que fuera un suicidio. Ésta no es una muerte normal", afirmó Glushkov que, como Berezovsky en el año 2000, emigró desde Rusia al Reino Unido.

Entre los que descartan el suicidio como motivo del fallecimiento se encuentra también la viuda del exagente de los servicios secretos rusos, Alexander Litvinenko, que murió envenenado por una sustancia radiactiva polonio-210 en Londres en el año 2006. "Desde mi punto de vista parece improbable que se suicidara. Tenía muchos enemigos. Era una persona franca y nunca intentó ocultar lo que pensaba", apuntó Marina Litvinenko a The Daily Telegraph. La última vez que lo vio fue hace cuatro semanas y entonces a la viuda de Litvinenko le pareció que "se había recuperado un poco y que estaría mejor", en contraste con otros testimonios que apuntan a que el oligarca "estaba muy deprimido".

Berezovsky sufrió depresión durante varios meses tras perder un juicio contra el magnate ruso Roman Abramovich, dueño del equipo de fútbol inglés Chelsea, y de separarse de su última pareja, Yelena Corbunova. El ejecutivo Tim Bell aseveró que Berezovsky quedó "muy afectado" por la derrota en los tribunales frente a Abramovich, que le dejó con facturas legales estimadas en 100 millones de libras (117 millones de euros), según The Guardian.

"No creo que haya razones para que lo mataran los rusos, ya que fue destruido hace seis meses en los tribunales ingleses. Fue una victoria enorme para Putin", declaró al diario The Times otro amigo del oligarca, Alex Goldfarb.

La Policía, que no ha hecho comentarios sobre estas declaraciones, seguía este lunes interrogando al entorno del fallecido para entender cuál era su "estado de ánimo" antes del suceso.

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