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España

Aznar: “Los nacionalistas son malos gobernantes que generan grandes líos y problemas"

Dos cuestiones suscitaron un gran interés en torno a la presentación del primer tomo de las memorias políticas de José María Aznar. Lo primero, lo inmediato, era conocer su valoración de las elecciones catalanas de este domingo, lo segundo, de qué manera salía del embrollo generado por esas mismas memorias en las que revela que Rodrigo Rato no quiso ser el sucesor hasta que al final sí se postuló, cuando ya era demasiado tarde, lo que venía a dejar a Mariano Rajoy en una posición incómoda. Ayer estaban los dos en el acto, separados por un pasillo que permitía todo tipo de interpretaciones sobre su distanciamiento. Además, el ex vicepresidente económico no posó para la foto con sus dos compañeros de partido.

Sobre la primera cuestión, Aznar afirmó que los nacionalistas, en líneas generales, “son malos gobernantes y organizan grandes líos y generan grandes problemas”. Dijo que éste no era el primero de los órdagos que ponían sobre la mesa, que lo hicieron en 1934 y lo volvieron a intentar con el pacto de Estella y más tarde con el Plan Ibarretxe. Pero, sencillamente, “los órdagos no se admiten en ningún caso”. Además consideró falsa la imagen de una Cataluña monolítica, que no admite contestación, o de un soberanismo único, hasta el punto de que la fragmentación de la Cámara catalana “es la mayor que existe en cualquier Parlamento de España”. Tras proclamar que el futuro de los españoles “lo decidiremos todos los españoles” invitó a que todos saquen lecciones “de estos comicios”.

En una puesta en escena novedosa, pues no se trataba de pronunciar un discurso sino de mantener un diálogo con el periodista Carlos Herrera durante una multitudinaria presentación, Aznar transitó de puntillas sobre una cuestión aún candente: si Mariano Rajoy era su primera opción para sucesión. Fue complicado habida cuenta de que tenía al jefe del Ejecutivo y a Rato sentados frente a él. Ni uno ni otro dejaron entrever lo que pensaban sobre una respuesta en la que no se mojó mucho. “Les agradezco mucho a los dos que estén aquí y el tercero no ha podido porque está un poco lesionado”, comentó en alusión a Jaime Mayor Oreja, el otro dirigente de la terna sucesoria que tuvo recientemente una caída.

Aznar ha transitado de puntillas sobre la cuestión del sucesor: "tomé la decisión pensando en el bien de España"

“También les agradezco todo lo que hicieron durante tantos años –continuó Aznar-- y siguen haciendo por el bien de España. Quise ser fiel conmigo mismo y con mi compromiso (de no volverse a presentar). Tomé la decisión pensando en el bien de España” sentenció. También tuvo en cuenta la historia del partido y las posibilidades de cada candidato, aunque no abundó más. En todo caso, y a preguntas de Herrera, negó cualquier melancolía del poder, no sin subrayar que si hubiera decidido quedarse habría tenido el respaldo mayoritario de los populares. No obstante explió que salvo al esposa de Rajoy, él era la persona que "más deseaba su éxito" sin esperar anda a cambio y que ese éxito "será el exito de España"

Aznar estuvo arropado por buena parte de la familia popular, la de antes y la de ahora, porque en el Hotel Intercontinental de Madrid donde se celebraba el acto, se mezclaron Rajoy, Rato, los presidentes autonómicos Alberto Fabra, Luisa Fernanda Rudi o Ignacio González, la alcaldesa de Madrid y su esposa, Ana Botella; los ministros Alberto Ruiz-Gallardón, José Manuel Soria y Ana Pastor, pero también otros veteranos como Eduardo Zaplana o muchos miembros de su gabinete presidencial. Luego se formó una larga cola de lectores que querían una firma del ex presidente. Y eso que no son todas sus memorias, sino que van de sus tiempos de Logroño hasta el 99, con la tregua-trampa de ETA.

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