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La mezquita de Córdoba, en tierra de nadie, según el ayuntamiento de la ciudad

Una imagen de la Mezquita-Catedral de Córdoba

Un informe de la titular de la Asesoría Jurídica del Ayuntamiento de Córdoba desvela que la institución municipal "no tiene posibilidad legal alguna de inscribir a su nombre la Mezquita-Catedral" de la capital cordobesa.

En su informe, remitido a Efe, la letrada del Ayuntamiento de Córdoba indica que, según la certificación del propio Consistorio, "no figura, ni se tiene constancia" de la inclusión del monumento "en el Inventario Municipal", mientras que sí se tiene constancia de que el mismo "está ya inmatriculado a nombre de la Iglesia Católica".

Uno de los informes del ayuntamiento advierte de que no se pretende cuestionar la titularidad del monumento; el otro, de que no pertenece en realidad a nadie

El informe jurídico, de cinco paginas, fundamenta su conclusión tras haber analizado la Ley Hipotecaria y las posibilidades de títulos y bienes que pueden ser inscritos, así como los principales requisitos para poder inmatricular.

Asimismo, advierte de que no se pretende cuestionar la titularidad del monumento, sino si puede ser inscrito por la Ayuntamiento de Córdoba conforme a la legalidad vigente.

No obstante, el informe aclara que, a pesar de no haber formado parte nunca del inventario de bienes municipales, sí se podría llevar a cabo un proceso para intentar que se declare nula la inmatriculación realizada en 2006 por la Iglesia.

"No es de nadie", según otro informe

Por otro lado, un informe del secretario del Ayuntamiento de la ciudad, realizado por un secretario del mismo, afirma que la mezquita "no pertenece" en realidad a "ninguna administración pública nacional o extranjera, ni a persona física o jurídica ni eclesiástica", según informa el diario El País.

Valeriano Lavela Pérez, autor del informe, concluye que como también dice la Asesoría Jurídica, el ayuntamiento nunca tuvo el edificio en el inventario, pero que al mismo tiempo la Iglesia católica tampoco podría propiarse de su intitulación -algo que hizo hace ahora diez años- al ser un bien "de valor universal excepcional".

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