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España

Las constructoras esperan cerca de 9.000 millones del nuevo Plan Hidrológico Nacional

El considerable recorte de licitaciones de obra pública en los últimos años ha causado estragos en los grupos constructores, que han tenido que potenciar su presencia en el sector exterior para mantener sus cifras de crecimiento. Ahora llega una oportunidad con el anuncio de un nuevo Plan Hidrológico Nacional (PHN), que podría suponer la puesta en juego de cantidades en torno a los 9.000 millones de euros para las empresas del sector.

El ministro Arias Cañete no detalló en qué consistirá el nuevo plan e incluso, en las últimas horas, se ha apresurado a matizar que en ningún momento habló de un trasvase, en referencia al polémico trasvase del Ebro que generó la denominada “guerra del agua” en la última legislatura de José María Aznar. No obstante, incluso sin contar con un nuevo trasvase del Ebro, las infraestructuras necesarias para llevar a cabo un nuevo PHN tendrían que reanimar el maltrecho capítulo de la licitación de obra pública.

Otra cuestión será determinar la partida presupuestaria para los planes del ministro Arias Cañete, teniendo en cuenta los recortes anunciados por el Gobierno de Mariano Rajoy y la incidencia de la reordenación del sector financiero.

Sin embargo, incluso antes de las elecciones el Partido Popular ya se refería a sus intenciones de recuperar el PHN si finalmente Rajoy llegaba a la Moncloa. Su portavoz de Fomento, Andrés Ayala, aseguró que del plan diseñado por el Gobierno de Aznar quedaron por ejecutar trabajos por valor de 6.500 millones de euros, que los populares se encargarían de rescatar si llegaban al Gobierno.

Del Rivero y su "deseo póstumo"

El PHN diseñado por el Gobierno de José María Aznar en 2001 tenía previsto un volumen de inversión pública de 22.600 millones de euros, cifra que se quedaba en algo más de 18.850 millones si se excluía el polémico trasvase del Ebro.

Sin embargo, muchas de las infraestructuras quedaron por ejecutar y otras se quedaron por el camino después de que el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero derogara por completo el PHN y lo sustituyera por el denominado Programa A.G.U.A. (Actuaciones para la Gestión y Utilización del Agua).

Este programa contaba como elemento estrella la construcción de desaladoras, hasta 51, de las que sólo un tercio están actualmente en uso, otro tercio está en construcción y el tercio restante no está ni se le espera. La dotación para el Programa A.G.U.A. apenas superaba los 2.000 millones de euros.

En círculos cerrados, diversos empresarios de la construcción lamentaron la derogación del PHN por lo que suponía como oportunidad para la obra pública, aunque uno de ellos lo hizo en público el año pasado. En la rueda de prensa previa a la que sería su última junta de accionistas como presidente de Sacyr Vallehermoso, Luis del Rivero recordó la necesidad de llevar a cabo un nuevo PHN para solventar el problema del agua en España y su consecuente traducción en la puesta en marcha de nuevas infraestructuras para ejecutarlo.

Aun más lejos, Del Rivero recordó el denominado Plan Borrell, de 1993 (embrión del posterior PHN), precisamente después de hacer hincapié en que el número de proyectos de obra pública que su compañía había realizado en lo que iba de año 2011 (a punto de llegar por entonces al ecuador) ascendía a cero.

En realidad, Del Rivero hablaba por sí mismo pero no hacía sino expresar un deseo que gran parte del resto de sus homólogos en las grandes compañías tenían pero no expresaban en público. Esta especie de “deseo póstumo” del empresario murciano está a punto de cumplirse aunque, obviamente, no podrá contar con la partida presupuestaria que tuvo el plan de Aznar.

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