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España

El PP dispara la presión sobre Feijóo para que adelante las elecciones gallegas a octubre

El presidente de la Junta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo.

Al margen de la crisis económica y de los apuros financieros, el Gobierno gallego se enfrenta en estos momentos a tres problemas que dentro del PP se califican de muy preocupantes: el futuro de las cajas gallegas, la polémica lingüística y la rebelión de buena parte del sector sanitario contra los recortes. Estos conflictos le pillan a Alberto Núñez Feijóo con un cierto colchón político: el Bloque Nacionalista Gallego está sumido en una profunda crisis y el PSOE se debate entre presentar como candidato a Patxi Vázquez o al ex ministro Francisco Caamaño, sin poder haber planteado hasta ahora una oposición bien articulada. “Octubre es el mejor momento para convocar elecciones porque si esperamos a marzo el bloque de izquierdas tendrá más tiempo para recomponerse en nuestra comunidad”, aseguran fuentes del PP gallego.

Pero hay otras derivadas más preocupantes todavía que aconsejan llevar las elecciones a octubre. La principal es que para el otoño, la contestación del electorado a los recortes presupuestarios, pese a ser importante, nunca lo será tanto como la que podría producirse en marzo del año que viene, cuando emerja de verdad el segundo capítulo del ajuste, el que se introducirá desde el Ministerio que dirige Cristóbal Montoro en los Presupuestos de 2013, que condicionará, como es lógico, las cuentas de Galicia para el año que viene.

 “Sería un inmenso error agotar la legislatura y plantear la campaña electoral en medio de un clima social tan adverso”, aseguran fuentes del PP gallego. Sobre todo, añaden, si Feijóo no termina de dar en Madrid el do de pecho en asuntos tan sensibles para Galicia como es el futuro de las cajas, una de sus principales señas de identidad, y no contribuye de forma decisiva a que el Gobierno y el Banco de España dejen navegar a Novagalicia en solitario, al margen del poder insaciable de los grandes bancos.

 “Feijóo puede perder la mayoría absoluta si deja que las cajas se le vayan de la manos y si espera a que el Gobierno despliegue todo su abanico de recortes para reconducir el déficit”. Las mismas fuentes recuerdan que mantener el bastión gallego es clave para Mariano Rajoy, en un momento en el que se le ha escapado de las manos Andalucía, con todos los problemas que ello supone para una mejor gestión del presupuesto nacional. Además, el PP tiene todas las papeletas para quedarse fuera del gobierno asturiano y corre el peligro, también, de perder Extremadura si el PSOE consigue vencer las resistencias de Izquierda Unida a romper su alianza con el PP regional.

 En este contexto de dificultades, hay prisas dentro del PP por romper la dinámica que los socialistas intentan encauzar a partir de su derrota dulce en Andalucía. “Perder Galicia significaría, sin duda, el comienzo del declive de Rajoy, por eso es tan decisivo convocar las elecciones antes de que el clima social y político hayan empeorado y, sobre todo, no cometer tonterías y defender los intereses de la región a todos los niveles y en todos los estamentos”, rematan en el PP gallego.

 Sin duda, Galicia va a ser el próximo y más importante examen político para Rajoy y del que va a depender el inicio o no de un nuevo ciclo para su partido.

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