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España

El recurso de Cascos puede retrasar cincuenta días la resolución sobre el escaño dudoso

Mercedes Fernández y Francisco Álvarez-Cascos en su reunión de ayer

Todavía no se ha escrito la última palabra sobre el escaño dudoso de Asturias. En un principio se le otorgó al Foro de Francisco Álvarez-Cascos y tras el recuento del voto emigrante "saltó" a la cuenta del socialista Javier Fernández. Pero el ahora presidente del Principado anunció la interposición de un recurso contencioso electoral que puede retrasar la resolución definitiva cincuenta días, alargando así la interinidad del actual Gobierno y, con él, de toda la actuación política en Asturias.

El recurso de Cascos se sostiene en la reforma electoral que PSOE y PP pactaron en el Congreso de los Diputados en diciembre de 2010. A partir de ese momento, el voto inmigrante bien se podía depositar en las urnas de las embajadas y consulados de los países de residencia o enviarse a esas mismas embajadas y consulados el voto por correo. Tanto en un caso como en otro, las papeletas llegaban a nuestro paíes en valija diplomática. Pero en Asturias se han admitido 332 votos que han llegado directamente a Correos. Son sobres certificados y hay antecedentes en que las juntas electorales provinciales los han aceptado, aunque la Ley Orgánica de Régimen Electoral General (LOREG) diga ahora otra cosa.

Se abre por delante un proceso que, de llegar hasta el final, puede mantener el suspense hasta cincuenta días en caso de que se agotaran todas las instancias a las que se puede recurrir, incluído el Tribunal Constitucional. El artículo 112 de la LOREG establece que el recurso se presenta ante la Junta electoral, y el presidente de la misma lo traslada a su vez, en el caso de elecciones autonómicas, a la Sala de lo contencioso administrativo del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad. La Sala puede decidir que comparezcan ante la misma los representantes de las candidaturas concurrentes. Posteriormente traslada al Ministerio Fiscal el escrito de interposicioón de recurso, el expediente electoral y le informe de la Junta y abre periodo de alegaciones, asimismo se pueden solicitar pruebas. Viene después una fase probatoria para culminar en la sentencia, que puede ser de inadmisibilidad del recurso, de validez de la elección y de la proclamación de electos o de nulidad del acuerdo de proclamación de uno o varios electos y proclamación como tal de aquél o aquellos a quienes corresponda.

Hasta mediados de mayo

En definitiva, la sentencia se debe notificar a los interesados no más tarde del día trigésimo séptimo posterior a las elecciones y contra la misma no cabe recurso contencioso alguno salvo el de amparo ante el Tribunal Constitucional, que debe resolver en un plazo de quince días. De modo que, si se llegase hasta el final de todo el proceso, si se apurasen todos los plazos, no se atribuiría la desginación definitiva del escaño dusoso hasta mediados de mayo, 52 días después de la consulta ante las urnas.

Es tanta la incertidumbre que las conversaciones para la formación de Gobierno se celebran sin saberse muy bien qué pasará al final, esto es, si la llave de la gobernabilidad la tiene UPyD o si Foro y PP suman mayoría absoluta. Además, aún en el caso de que la formación de Rosa Díez sea determinante, no está ni muchos menos claro si apoyará un gobierno de izquierdas o uno conservador.

Ayer se produjo el primer encuentro "oficial" entre Francisco Álvarez-Cascos y la candidata del PP, Mercedes Fernández, pero lo cierto es que desde la noche electoral se sucedieron los contactos entre ambas formaciones. En rueda de prensa posterior, Cascos dijo estar abierto a todas las posibilidades, incluso dar a Mercedes Fernández la presidencia del Principado. Por su parte, la aludida, apostó por un gobierno estable ante "un panorama político abierto y lleno de posibilidades y ahora hay que saber concretarlo desde el respeto, la humildad y la serenidad".

Esa misma serenidad se reclama al todavía presidente en funciones del Principado en su relación con el Gobierno central. Cascos ha arremetido contra la reforma laboral o la disminución de las ayudas al carbón. El PP no quiere sostener un gobierno con alguien que hace oposición a Mariano Rajoy y esa será sin duda otra de las condiciones que ponga sobre la mesa. La del gobierno de coalición parece que va viento en popa.

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