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España

La Comisión admite que flexibilizará el déficit pero el BCE lo desmiente

Frenética actividad en Europa. La Comisión daba a conocer ayer sus previsiones de crecimiento, que auguran una recesión para la eurozona este año con un descenso del 0,3%. Los datos pronosticaban también un año duro para España: una contracción del 1%, si bien algo más optimistas de lo esperado -y por encima de lo pronosticado por el Banco de España y el Fondo Monetario Internacional-.  

Pero el lúgubre panorama económico traía su contrapartida: el comisario euopeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, anunciaba ayer que el Ejecutivo europeo podría permitir a España aflojarse el cinturón del déficit. 

Poco duró la alegría. Horas más tarde, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, se oponía a la idea desde Fráncfort: "Dar marcha atrás en los objetivos fiscales provocaría una reacción inmediata por parte del mercado. Los diferenciales de la deuda y el coste del crédito subirían. Ya hemos vivido todo esto", sentenció Draghi en una entrevista al diario The Wall Street Journal.

El objetivo de déficit obliga a una reducción desde el 8% del PIB de 2011 -dato provisional hasta marzo- hasta el 4,4% para este año.

España tendrá presupuestos en marzo

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, dijo ayer que el Gobierno presentará sus presupuestos el próximo 30 de marzo. El líder del Ejecutivo anunció por fin la fecha en su visita a su homólogo, el tecnócrata Mario Monti, en Roma. 

En marzo se conocerá también el cuadro macroeconómico y las previsiones económicas del Gobierno que según dijo Rajoy “serán negativas, en línea con las ya conocidas de los órganos internacionales”. 

Grecia

Europa continúa pendiente de Grecia. El Parlamento heleno aprobó ayer el plan de la quita de parte de su deuda pública merced a la amplia mayoría que goza el Gobierno de coalición entre el socialdemócrata PASOK y la conservadora Nueva Democracia.

Así, el plan de reestructuración de la deuda helena, pactado con el Eurogrupo esta semana junto al nuevo crédito de 130.000 millones de euros, supone la condonación de unos 107.000 millones de euros, es decir, el 53,5 %, del monto de los bonos tenidos por grandes bancos privados y fondos de inversión. La legislación sobre la quita incluye las cláusulas de acción colectiva (CAC) que permite obligar a los tenedores de deuda helena a acogerse a la reestructuración si hay una mayoría de acreedores que apoya el recorte.

Los bonos serán sustituidos por nuevos títulos griegos por un valor del 30,5 % de los actuales más otros con un valor del 15 % emitidos por el Mecanismo Europeo de Estabilidad Financiera (EFSF).
Las agencias de calificación han anunciado que el uso de estas cláusulas será considerada un "impago" que activaría los seguros de impago crediticio (CDS).
 

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