De la Concha confirma que el Gobierno modificará por decreto la estructura del Instituto Cervantes

El director del Instituto Cervantes, Víctor García de la Concha, ha confirmado que el Gobierno modificará la organización administrativa del Instituto Cervantes mediante un Real Decreto, por el que la institución contará con un secretario general, Rafael Rodríguez-Ponga, quien será responsable de la gestión ejecutiva. Esta norma se aprobará o bien en el Consejo de Ministros de este viernes, o en el del próximo 2 de marzo, ya que, según sus palabras, "no tardará mucho más".

En el marco de la presentación de la muestra Max. Panóptica 1973-2011, la primera como director de esta institución, y preguntado por los medios, De la Concha ha puntualizado que este Real Decreto "será de modificación de puntos concretos y no un nuevo reglamento" y ha indicado que el texto ya ha sido consensuado por los dos ministerios a los que está vinculado el Cervantes, el de Asuntos Exteriores y el de Educación y Cultura.

"El Instituto Cervantes es una gran empresa, con presencia en muchos países y mucha complejidad, lo que supone una dedicación", explica. Por ello, aunque la responsabilidad caerá sobre el director, la gestión "inmediata" la llevará Rafael Rodríguez-Ponga, "filólogo que conoce bien el Cervantes, ya que formó parte de su consejo de administración", según ha precisado De la Concha.

Además de este asunto, el Real Decreto atenderá a una "nueva composición muy parecida a la anterior del Consejo de Administración del Cervantes". En ella, entran nuevos representantes con el objetivo de "subrayar el aspecto cultural de la institución, que no tiene solo la misión de la enseñanza del español como lengua extranjera, sino también la transmisión de la cultura en lengua española".

"Lo que se busca con esta modificación es potenciar la unidad de las vías por las que el Estado hace la proyección de la cultura en lengua española", ha indicado el director del Instituto Cervantes. Con ello se quiere producir también "sinergia" y estar en "otras líneas de trabajo", que actualmente realizan instituciones como la Agencia Española de Cooperación Internacional y el Desarrollo, para evitar así "duplicidades y sacar el máximo provecho".