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Mercado Alternativo Bursátil: sólo apto para inversores que no huyan del riesgo ni del largo plazo

La compañía biotecnológica Bionaturis debutaba el pasado 26 de enero en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB), dando el pistoletazo de salida a un año que se antoja prometedor para el selectivo de las pequeñas y medianas empresas. Pronto le seguirán otras como iSoco, Ibercom, Galchimia o Carbures, que ya han mostrado su interés por saltar al parqué.

El presidente del MAB, Antonio Giralt Serra, no alberga dudas sobre el buen estado de salud de este mercado y atribuye el irregular ritmo de incorporación de valores al contexto económico global. “El MAB ha conseguido sumar 18 compañías a lo largo de sus tres primeros años de vida; En 2009 incorporó dos, en 2010 entraron diez y en 2011 comenzaron a cotizar cinco. Sin duda, el mercado alternativo bursátil crece al ritmo de la coyuntura actual, en un contexto muy poco favorable para los mercados en general”, explica.

Desde los comienzos del MAB en 2009, cuando ingresó Zinkia (productora de Pocoyó), se ha venido criticando la falta de liquidez de la que adolece. El Presidente del MAB reconoce que es "el talón de aquiles de los mercados para pymes", pero aboga por "relativizarlo y contextualizarlo". Las compañías del MAB presentan una capitalización de entre nueve y 70 millones de euros y un ‘free float’ (porción del capital social que cotiza libremente) del 15-30%. Por este motivo, Giralt considera que las empresas que se encuentran en el MAB "no pueden valorarse de la misma forma que los ‘blue chips’ del Ibex 35".

"Quien acuda al MAB deberá mirar desde otro prisma"

La otra crítica más generalizada se refiere a la divergencia que existe entre el MAB español y otros mercados alternativos foráneos, como el AIM británico o el Alternext francés. Para el Instituto de Estudios Bursátiles (IEB), la explicación más sencilla a esta cuestión se encuentra en las carencias que existen en la cultura inversora española. Antonio Giralt suscribe esta idea y matiza: “En España existe una gran aversión al riesgo. Los inversores buscan rentabilidad segura e inmediataQuien acuda al MAB deberá mirar su inversión desde otro prisma".

"Los inversores deben ser conscientes de que están sometidos a un mayor riesgo y que deberán tener vocación de permanencia”. Es decir, menor rentabilidad y a más largo plazo. A cambio, tendrán acceso a sectores que por su configuración no están apenas representados en la bolsa tradicional, pero que sin embargo presentan un gran potencial de expansión, como es el caso del biotecnológico.

Satisfechos con su papel en la financiación de las pymes

Las cifras que se barajan sobre las pymes en España producen vértigo: representan dos tercios del producto interior bruto y crean el 80% de los puestos de trabajo. Además hay 65 pymes por cada 1.000 habitantes, y el 99% de las empresas que se crean en España entran dentro de esta categoría. La restricción del crédito azota con fuerza a las pymes, lo cual provoca que muchas contemplen la posibilidad de ingresar en el MAB para obtener financiación y así expandirse.

El presidente del mercado alternativo se mostraba "bastante satisfecho" al explicar que, del conjunto de valores que conforman el selectivo, cuatro empresas han llevado a cabo ampliaciones de capital, "seis en total". "La ampliación de capital es un instrumento de financiación que no se agota, es recurrente. Sin duda, esa es la utilización que queremos darle al MAB, especialmente en los tiempos que corren".

Retos de futuro: Incentivos fiscales y recuperar el ánimo inversor

Una de las grandes diferencias entre el MAB y sus homólogos en Reino Unido y Francia es la falta de alicientes fiscales que animen a invertir en las empresas. Aunque algunas Comunidades Autónomas ya han empezado a implementar ayudas para quien invierta en empresas de su región -como es el caso de la Comunidad de Madrid, Cataluña o Galicia- el gran reto que queda por delante es el de conseguir un incentivo fiscal a nivel nacional.

De aquí al verano entraremos en una dinámica recurrente

No se trata de ayudar al mercado en sí, sino a las empresas que en él cotizan. Con incentivos fiscales aplicados al IRPF o a la declaración de la renta, muchos más inversores se acercarán a las empresas del MAB”.  Antonio Giralt asegura que ya mantienen contacto con el actual Gobierno para lograr avances en esta materia y asegura: “Aunque supongan un esfuerzo, estoy convencido de que contribuirán a la creación de nuevos empleos y al crecimiento económico”.

Con la vista puesta en el futuro y en la salida de la crisis, el presidente del MAB se muestra optimista tanto a corto como a largo plazo. "En el corto plazo, y estoy hablando de antes del verano, creemos que vamos a entrar en una dinámica recurrente en cuanto a la incorporación de nuevas empresas". Para que el número de empresas del MAB se amplíe sustancialmente de aquí a unos años, Giralt remite a la recuperación del ánimo de los inversores. "A poco que el contexto ayude, el ritmo crecerá". 

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