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España

Chacón le baila el agua a Zapatero ante el tenso silencio de Rubalcaba

 Quizás ya nadie le vuelva a regalar los oídos al ex presidente del Gobierno tanto como lo hicieron el domingo por la noche algunos miembros de su actual Ejecutiva. La cena de Ferraz, amenizada guitarra en mano por el canario Juan Fernando López Aguilar, fue más tensa de lo que algunos medios han dejado ver, no tanto por las intervenciones duras, que no las hubo, sino porque en el ambiente se mascaba el enfrentamiento a cara de perro que mantienen Alfredo Pérez Rubalcaba y Carmen Chacón.

 El ágape comenzó con un intercambio informal de impresiones sobre el 38º congreso mientras los presentes degustaban de pie platos de jamón y queso. Después, ya sentados, se enfrentaron a unas judías verdes y, de segundo, a elegir entre entrecot a la plancha o lubina de criadero. El vino blanco fue inspiración de José Blanco y el tinto de Marcelino Iglesias. Lo serio, si puede llamarse así, se inició con un discurso de Zapatero en el que agradeció a la cúpula de su partido el apoyo mostrado en una legislatura tan difícil. El ex presidente pidió unidad, sobre todo, y llamó a la defensa del PSOE en una intervención aburrida. Manuel Chaves tomó entonces la palabra para enfatizar los momentos clave del mandato de Zapatero: retirada de las tropas de Irak y descabezamiento de ETA. La del presidente del PSOE fue una participación de relleno. Hasta entonces, nada extraño, salvo que a López Aguilar le dio por entretener a los presentes entre discurso y discurso con un rasgueo de guitarra que a algunos les llegó a provocar dolor de cabeza.

 Todas las miradas escudriñaban los gestos de Rubalcaba y de Chacón. Hasta que se puso en pie la ex ministra de Defensa para enaltecer la figura de Zapatero y acabar su intervención con estas frases: “Eres gente buena, eres muy buena gente…”. Algunos miembros de la actual ejecutiva se tuvieron que morder la lengua porque les entró la risa, pero la seriedad se impuso enseguida porque todos esperaban que hablara Rubalcaba. Menos mal que lo hicieron sentados porque el ex vicepresidente, aunque estuvo dicharachero con sus vecinos de mesa, no abrió la boca ni para defender ni para denostar a Zapatero, quizá porque todo el mundo sabe lo que opina de él en privado…

Al final, quedó sobre el mantel la sensación de que Chacón aprovechó la cena para bailarle el agua al ex presidente del que, paradójicamente, ha intentado distanciarse del todo durante su campaña como candidata a la secretaría general. El recuerdo de la última cena, a juicio de los presentes, será efímero por lo forzada que fue la situación.

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