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Los ajustes fiscales pasan factura: Morgan Stanley prevé que la economía española se contraerá en 2012 un 1,7%

Morgan Stanley prevé que el ritmo de contracción de la economía española se acelerará en 2012, de manera que el crecimiento económico finalmente caerá un 1,7%. Sin embargo, el riesgo de esta previsión es que al final la recesión sea más intensa. Si se restringe aún más el crédito, se traslada la crisis de deuda soberana a los países centrales de la eurozona, y al final se necesitan ajustes fiscales adicionales, la economía española podría caer un 3,7% en 2012.

Morgan Stanley considera que la economía española ha vuelto a entrar en recesión en el último trimestre de 2011. Tal como señala el banco estadounidense: “con los países centrales de Europa en desaceleración se desinfla el único motor que aportaba algo de crecimiento a la economía española: el sector exterior, y la situación, según Morgan Stanley, podría ser peor en el futuro. A ello hay que añadir el debilitamiento de la demanda interna, en parte debido a la austeridad fiscal”.

En 2012 la economía caerá un 1,7%

Los indicadores coincidentes para el último trimestre de 2011, así como los indicadores adelantados recogidos en las distintas encuestas, señalan un fuerte deterioro de las condiciones de negocio, según Morgan Stanley. Tras el estancamiento en el tercer trimestre de 2011, España ha vuelto a entrar en recesión en el cuarto trimestre del año pasado.

Para 2012, la brusca desaceleración de los países centrales europeos, junto a la caída de salarios, renta y riqueza, consecuencia de los ajustes fiscales y salariales a los que está sometida la economía española, acabarán provocando una caída de la actividad económica del 1,7%. Véase en cuadro adjunto las previsiones detalladas de Morgan Stanley para 2012.

Cierre del grifo del crédito y reordenación del sistema bancario

Un elemento clave para la evolución de la actividad económica en 2012, según el banco estadounidense, será la evolución del crédito. Morgan Stanley considera que el “grifo del crédito es improbable que se recupere en el corto plazo. La debilidad de la demanda y sobretodo las restricciones de oferta explican este comportamiento del crédito. Los bancos comerciales solo volverán a sus actividades de préstamo si disponen de un colchón de capital.”

Como recalca el banco norteamericano, “si el capital se erosiona debido a las pérdidas inesperadas, aún se cerrará más el grifo del crédito. En este caso los bancos tendrían que reducir sus préstamos o recaudar capital fresco, en un contexto donde los mercados de capitales se encuentran cerrados para la mayoría de las entidades”.

Pero además la situación se complica con la reordenación prevista del sistema bancario, lo que añade restricciones institucionales que afectarán a los créditos. Morgan Stanley considera que “una cuestión clave que sigue sin respuesta gira en torno a la inyección de capital al sistema bancario. Se trata de un tema clave para estabilizar las primas de riesgo de este año”. En este sentido no descartan que al final España recapitalice el sistema bancario acudiendo al mecanismo de rescate europeo.

La caída de la actividad todavía puede ser mayor

El banco estadounidense, ya no solo para España, sino también para el resto de países periféricos, considera que uno de los mayores riesgos es que la contracción económica derivada de un excesivo ajuste fiscal se traduzca en una recesión económica mayor de la estimada y un incumplimiento del déficit público. Si ello obliga a nuevos ajustes fiscales, habrá de nuevo menos crecimiento que impedirá el cumplimiento del déficit, iniciándose así un círculo vicioso.

El segundo de los riesgos es que se produzca un cierre total del grifo del crédito. La recesión económica derivada de la aplicación de medidas de austeridad fiscal y ajustes salariales reduciría el margen de los bancos y aumentaría la mora de los mismos. Como consecuencia necesitarían más capital y aún cerrarían más el grifo, y así sucesivamente.

Si además continúa la crisis de deuda soberana y se extiende a los países centrales de Europa, España experimentaría un proceso similar al de la economía portuguesa en 2011 y el crecimiento económico caería un 3,7%. Véase cuadro adjunto.

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