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España

Hacienda reclama a los dueños de la quebrada Nozar 22 millones de euros

Las reclamaciones de Hacienda llegan como consecuencia de una serie de actas de inspecciones fiscales que llegaron hasta la compañía y que ésta ha procedido a recurrir ante el Tribunal Económico-Administrativo Central (TEAC).

De la cantidad total reclamada por la Administración, 20 millones se corresponden con las actas en cuestión (realizadas las sumas de principal e intereses) mientras que los dos restantes forman parte de un expediente sancionador que pesa sobre la promotora por las citadas actas.

Las reclamaciones de Hacienda se corresponden diversos capítulos fiscales (entre ellos, los correspondientes a los pagos del IVA y del impuesto de sociedades) de los ejercicios 2004 y 2005, en plena época de boom inmobiliario, cuando Nozar se consolidó como una de las principales promotoras del país.

Precisamente, la última auditoría de la compañía, realizada por la firma AH Auditores, señala entre una de las salvedades el hecho de que Nozar tan sólo ha provisionado algo más de nueve millones de euros para hacer frente a las reclamaciones de Hacienda, que suponen más del doble de esta cantidad.

Los auditores insisten en que esta circunstancia incrementa la incertidumbre sobre el futuro de la compañía, así como la negativa evolución del sector inmobiliario en España en el que están involucradas tanto la sociedad matriz como la mayoría de sus filiales, algunas de las cuales también se encuentran en situación de concurso de acreedores.

En los años del 'boom' inmobiliario

El crecimiento de Nozar durante los últimos años del boom inmobiliario fue espectacular, hasta el punto de que la compañía pasó a primera línea gracias a sus inversiones en empresas cotizadas. En concreto, la promotora de los Nozaleda apoyó a Luis Portillo cuando el empresario de Dos Hermanas se lanzó a la compra de Colonial desde la pequeña Inmocaral. Nozar llegó a controlar algo más de un 10% de la empresa resultante, aunque posteriormente lo fue perdiendo, principalmente por ejecuciones bancarias.

Nozar también se apuntó al espectacular despegue de la antigua Astroc, en la que llegó incluso a mandar después de que su fundador, Enrique Bañuelos, dejara la presidencia de la compañía tras las caídas bursátiles que sufrió. No en vano, fueron los desplomes de Colonial y Astroc en bolsa los que llevaron a Nozar a una situación insostenible que terminó en la presentación de concurso de acreedores, en 2009.

Paradójicamente, la Agencia Tributaria, dependiente de Hacienda, es uno de los tres administradores concursales de Nozar. Todos ellos emitieron en su día una diligencia por la que manifiestan que no asumen ninguna responsabilidad por las cuentas presentadas por Nozar, ya que se limitaron a verificar que los administradores de la sociedad elaboraron dichas cuentas con la documentación de que disponían.

Los resultados de la compañía en 2010 arrojan pérdidas por valor de 57,2 millones de euros, frente a unos números rojos de 312,6 millones de euros registrados en 2009, ejercicio en el que se declaró el concurso. Por el momento, Nozar continúa en busca de un convenio de acreedores que le saque del concurso, en el que presenta una desfase de 593 millones de euros entre el activo y el pasivo, que ronda los 1.600 millones de euros.

Las reclamaciones de Hacienda complican aun más si cabe el panorama para la familia asturiana de origen mexicano, que no hace mucho tiempo lucía palmito en las listas de las principales fortunas de España.
 

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