Una Navidad entre algodones: Planes para unas fiestas no aptas para todos los bolsillos

Les invitamos a relajarse, a olvidarse por unos minutos de poner a punto una mesa repleta de detalles o de acercarse a la tienda del barrio para realizar las últimas compras, con el objetivo de dejar todo a punto para la cena de final de año o la noche de Reyes. Olvídense de menús y de otras preocupaciones propias de cualquier anfitrión. Hay planes para todos los gustos, incluso los más exquisitos: 

Comenzamos nuestro viaje por el Hotel Arts de Barcelona. Situado muy próximo al Puerto Olímpico de la capital catalana, es conocido por contar en sus instalaciones con una de las suites más caras de España, a 12.000 euros la noche.

Estos días este lujoso establecimiento pone a disposición de sus clientes, entre otras ofertas, una estancia especial Fin de Año en una habitación doble de alta categoría para la noche del 31 de diciembre al 1 de enero con desayuno para dos personas; y una noche de Gala en el Gran Saló Gaudí con una banda de soul que intentará retrotraernos a los años 60 del siglo pasado. El menú corre a cargo de diferentes chefs entre quienes destaca Sergi Arola, discípulo de Ferrán Adriá. Todo ello, a partir de los 980 euros por comensal. A quienes prescindan de la estancia, los precios varían según se incluyan menús infantiles con actividades o no, desde los 200 euros a los 325 euros por comensal. La recompensa es una fiesta llena de glamour, en una de las zonas más cotizadas de Barcelona y con unas vistas espectaculares, previo paso por su conocido spa.

Por lo demás, hay quienes preferirán las mayores comodidades de sus apartamentos cuyas tarifas varían estos días entre los 1.300 euros por noche del de tres personas a los 2.600 euros por noche del de cinco personas. Esto sí, se incluye masaje de bienvenida para dos.

Navidad con personal shopper
El Hotel Urban, enclavado en la Gran Vía madrileña y a dos pasos de una de las zonas comerciales más conocidas de la capital española, ofrece estos días de Navidad un plan diferente para dar una sorpresa a algún familiar de visita por Madrid; Su ‘Paquete Especial de Navidad’. Juzguen ustedes mismos: mínimo dos noches de estancia en habitación doble con todo tipo de servicios y equipamientos (minibar, climatización individual, servicio de habitaciones, wifi, etc); desayuno buffet diario, degustación de champagne y otras en el Glass Bar del Hotel, y la posibilidad de disponer de un personal shopper para realizar sus compras navideñas en unos conocidos grandes almacenes de Madrid. El precio es de 382 euros (impuestos incluidos), por dos noches, y para dos personas.

Hay otras opciones más “clásicas”, como la ofrecida por hoteles como el madrileño Hotel Westin Palace: una Gala tradicional de Final de Año con música en directo bajo su famosa cúpula de cristal y una cena aderezada por platos diseñados por un chef con cierto renombre, Diego Guerrero, que posee dos codiciadas estrellas Michelín. Los precios, como siempre, varían: si incluyen Cena de Gala, alojamiento y desayuno en una habitación doble de las consideradas “Deluxe” estarían en unos 1.149 euros por noche o si sólo es el ágape y el cotillón posterior, tendríamos que pagar 495 euros por persona (los menores sólo 250 euros por niño).

Más económica es la propuesta del Hotel Gran Domine Bilbao situado junto al Guggenheim, y que en estos días ofrece diferentes cenas de gala bajo la organización y supervisión de un maestro de la cocina vasca, como es Martín Berasategui. Por ejemplo, si queremos despedir el año 2011 en este hotel bilbaíno y disfrutar de un cotillón, de varios obsequios y de unos platos sofisticados tales como la pieza de lubina asada en sartén sobre una sémola de maíz, almejas y jugo anisado de cigalas o un Taco de foie asado a baja temperatura sobre una crema fina de castañas y hongos tendríamos que pagar sólo  260 euros por persona.

No todos estos planes son aptos para todos los bolsillos, pero cada año atraen a varios cientos de personas que desean vivir estas fiestas de una forma diferente y cuyo presupuesto es más desahogado.