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Pemex juega de ficha conflictiva en el consejo de Repsol de hoy

La petrolera mexicana Pemex arrastrará al consejo ordinario de Repsol de hoy su malestar y las negociaciones pendientes en relación a su participación en la petrolera que preside Antonio Brufau, y jugará así de única pieza conflictiva, ahora que Sacyr, Repsol y bancos acreedores han llegado a una solución in extremis que favorece a todos.

Todos han ganado menos Pemex, que desde el mismo día en que se anunció la operación, el pasado martes, ha abierto una línea de comunicación con Repsol. La petrolera acaba de solucionar a Sacyr su problema de la deuda al adquirir un 10% de autocartera (los bancos no estaban por la labor de renovar a Sacyr los préstamos que le concedieron para la adquisición de 20% del capital de Repsol, pero estaban dispuestos a prorrogar un 10%) y ahora le toca el turno a Pemex, que exige su parte.

Pemex incrementó su participación del 4,5% al 9,5% en Repsol en virtud del conflictivo acuerdo de sindicación de acciones que firmó con Sacyr el pasado verano y con el que pretendían dar un golpe de timón en Repsol. Pero ahora, al romperse el pacto entre ambas -en el momento en que Sacyr vende la mitad de su participación-, Pemex quiere sacar partido de la situación. La compañía se plantea dar un paso atrás y vender hasta quedarse con un 6,25% o bien incrementar su peso hasta el 12,5% a buen precio.

La primera opción le permitirá hacer plusvalías. El último 4,5% adquirido por la compañía mexicana se realizó a un precio medio en torno a 19,5 euros por acción. Y el segundo escenario, le permitiría tener otra representación en el consejo de administración (posee un asiento).

Cambios en el consejo
De momento, el consejo de esta tarde arrancará con cambios significativos: Luis del Rivero, que ocupaba su sillón a título personal, y José Manuel Loureda, dominical de Sacyr, dimitieron. Se espera que Manuel Manrique, presidente de Sacyr, será nombrado hoy consejero, con lo que Sacyr mantendrá previsiblemente sus dos consejeros dominicales (Juan Abelló se mantiene).

La reunión se celebra hoy jueves en vez del miércoles, como tocaba por calendario, pero la petrolera aplazó un día esta reunión en espera de que Sacyr zanjara el capítulo de la refinanciación de su deuda, que finalmente cerró el pasado martes.

Salvo las críticas de Pemex, el consejo se celebrará con cierto ambiente de calma. Sacyr ha conseguido refinanciar esta semana su deuda (su plazo vencía el pasado miércoles) aunque apuntándose minusvalías de 950 millones y reduciendo su peso en Sacyr (del 20% al 10%); Repsol consigue expulsar a su enemigo Luis del Rivero del consejo (forzó su dimisión el pasado lunes por la mañana), recupera la estabilidad accionarial y evita una masiva y desordenada venta de títulos, aunque esta operación le ha costado 2.570 millones (adquiere un 10% a Sacyr, el tope legal); y los bancos acreedores de Sacyr han cobrado la mitad de la deuda y evitan ejecutar las garantías.

Un asunto relevante que deberá resolver Repsol es el destino de la autocartera. La compañía espera colocarlo lo antes posible entre inversores institucionales o estratégicos, reduciendo el riesgo asociado a esta participación. El precio de la adquisición (21,066 euros por acción) será una referencia clave para las transacciones futuras y para la cotización.
 

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