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España

Bono irrumpe en la carrera por el control del PSOE con una 'tercera vía' enfrentada a Ferraz

El terremoto electoral ha dejado tan heridos a Alfredo Pérez Rubalcaba y a Carmen Chacón que las vías de agua en el PSOE son muy difíciles de taponar. Un alto dirigente socialista se expresaba ayer en estos términos: “Atravesamos el Cabo de Hornos y hemos pedido a todo el mundo responsabilidad”. De momento, Manuel Chaves, presidente del PSOE, ha terminado por aceptar a regañadientes que José Antonio Griñán“No estamos para ajustes de cuentas…”–, sea el candidato en Andalucía. La ejecutiva federal también ha designado a Rubalcaba presidente provisional del Grupo Parlamentario, cargo desde el que responderá a Mariano Rajoy en el debate de investidura. Zapatero no asistió este lunes a la reunión que facilitó al ex candidato esta baza precongresual por estar ocupado en La Moncloa. El presidente sigue presumiendo de su neutralidad en un proceso, el de su propia sucesión, que ha escapado al control del 'aparato' socialista y afronta fuertes tensiones internas.

 El último en irrumpir en la carrera ha sido el todavía presidente del Congreso, José Bono. Aunque él se autodescarta como candidato a la secretaría general, ha señalado a un hombre de su cuerda, Emiliano García Page, como alguien a quien deberá tenerse en cuenta porque forma parte de los “ganadores”. Es alcalde de Toledo y uno de los pocos dirigentes socialistas que sobrevivió al tsunami del 22 de mayo. Bono citó también como alternativa al alcalde de Soria, Carlos Martínez, superviviente también de aquella debacle electoral.

Dentro del PSOE se declara así inaugurada la llamada ‘tercera vía’, llamada a participar en una carrera congresual llena de obstáculos para Rubalcaba y para Chacón por el rechazo que el primero despierta en la militancia de base y por las reservas que la segunda provoca en buena parte de las federaciones socialistas. Chacón ya busca oficina electoral, aunque Ferraz le ha ofrecido refugio en la sede del partido. No quiere repetir la agonía por la que pasó José Borrell en 1998 durante su pugna con Joaquín Almunia.

Es tan grande el desconcierto, que en Ferraz no se descarta que surjan candidatos de última hora a liderar el PSOE una vez inaugurado el 38º congreso. Los estatutos lo permiten, aunque tendrán que lograr el aval del 20% del millar de delegados. Todo está en ebullición y en el caldero se cuecen también, entre otros, los nombres del vasco Eduardo Madina y del canario Juan Fernando López Aguilar.

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