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Santander se desmarca y dice que en España las cosas van mejor de lo que parece

Santander presentó ayer un extenso informe sobre estrategia y previsiones para España y Portugal, de más de 100 páginas, firmado por Antonio Espasa y Rui Constantino, el equipo de análisis ibérico, en el que destacan algunos factores, como el que los ajustes estructurales de la economía española están haciendo progresar a nuestro mercado "mejor de lo que la parte cíclica muestra". A pesar de que hay significativos riesgos a corto plazo, en Santander valoran el proceso de desapalancamiento del sector privado, por ejemplo. De esta manera, apuntan un crecimiento el año que viene del 0,7%. Escaso, pero al menos quedan fuera del grupo de expertos que vaticinan recesión.

No son cifras para la euforia, pero son sensiblemente mejor que otros escenarios. Sin ir más lejos, BBVA o la UE presagiaban recientemente que entrábamos en recesión sin la menor duda. Otras firmas también se apuntaban a esta corriente. La casa de análisis del banco que preside Emilio Botín es más optimista.

“Percepción frente a Realidad. Las reformas estructurales están claramente infravaloradas”, afirman en la presentación del estudio y añaden “a veces, son muy distintas de la realidad”. La percepción de la economía española “es negativa casi siempre para todos”, pero “para nosotros, es distinta”.

Las cosas no van tan mal, pero necesitan tiempo para madurar y aflorar. “Cuando hablamos de reformas económicas estructurales, realmente estamos hablando de tiempo”, señalan. El tiempo es la variable que, realmente, el Gobierno no puede controlar. Es algo más caro cada día. Esta magnitud es imprescindible para implementar las reformas de manera apropiada, sin provocar "un descarrilamiento" del país por abordarlas de manera demasiado abrupta, pero los Gobiernos precisamente tienen cada vez menos tiempo. “Se ha convertido en el activo más caro”, dicen.

Si el Gobierno no tiene el suficiente, más vale que el sector privado se dé prisa. Es él “quien debe acelerar su propio ajuste”. Las familias deben ahorrar, las corporaciones no financieras deben sanear sus balances y las financieras deben desapalancarse.

Todo a la vez, malo

Los riesgos son evidentes. “El ajuste de todos los sectores al mismo tiempo no encaja bien para una economía”. La inestabilidad europea, además, también es otro claro factor de riesgo. Pero en España hay unas elecciones en el horizonte que deberían ser contempladas como algo positivo, en comparación con otros países de la Eurozona. El nuevo Gobierno, por supuesto, deberá continuar con el proceso de reformas.

Santander valora de manera positiva algunos ajustes, como el importante desapalancamiento del sector privado que ya se ha culminado, el buen comportamiento de las exportaciones, y el ajuste de las cuentas públicas, entre otros. Así, contempla un crecimiento para el año próximo del 0,7%, la misma cifra que la prevista para este ejercicio. La inflación, controlada, sobre todo el ejercicio próximo en el que los comparativos serán más asequibles.

Aunque estas cifras al menos nos sacan del pozo de la recesión, no sirven para crear empleo, y así lo reconocen los autores del estudio: “el paro seguirá alto en los próximos años debido a los moderados ritmos de crecimiento”.

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