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España

Las casas de análisis se decantan de manera más o menos sutil a favor de un Gobierno del PP

 Las encuestas en España apuntan un triunfo incuestionable de Mariano Rajoy en las próximas elecciones, pero no sólo los sondeos son favorables para el PP. También las casas de análisis están afirmando, con mayor o menos claridad, que la formación de un Gobierno popular fuerte es uno de los drivers para salir de la crisis. Con toda la sutileza de la que son capaces, afirman que es el PP quien debe ponerse al frente del país para liderar el proceso de reformas necesario. Primero fue BNP Paribas quien valoró de manera un favorable un Gobierno conservador, que en caso de precisar apoyos debería formar Gabinete con UPyD antes que con los nacionalistas. Más recientemente han sido BBVA y Ahorro Corporación quienes han dado el paso al frente.

En un extenso informe del pasado día 11 de noviembre, Ahorro Corporación (AC) se hace eco de los sondeos, indicando que “si hubiera sorpresa electoral (mayoría simple del PP o victoria del PSOE), tendrían lugar probables descensos bursátiles, a tenor de las respuestas de las bolsas ante situaciones similares”. Eso sí, en AC señalan, basándose en series históricas, que estas reacciones se asimilan con rapidez.

En el mismo informe, la entidad lanza algunos recaditos al PP, partido que se supone que será el ganador de los comicios: “no consideramos adecuado un aumento del IVA en los momentos actuales, ya que deprimiría más el consumo interno”. A medio plazo, sin embargo, sí creen que debería ajustarse a “niveles de media europea, es decir, al 20% frente el 18% actual. Ese incremento “tendría un efecto estimado en recaudación de unos 5.000 millones de euros”.

Las rentas altas

Sobre apretar más a las rentas más altas, comentan que “tendría un impacto limitado”. Por cada punto que se le subiera el IRPF a las rentas altas, se conseguiría una recaudación adicional de 600 millones de euros. Es decir, se trata de una medida muy ruidosa, efectista, pero con poco resultado real.

BBVA, por su lado emitió, un informe con la misma fecha en el que efectúa una comparación de España con Italia y en el que esboza un panorama no demasiado desolador sobre nuestro país. Al contrario que otras opiniones absolutamente agoreras, en BBVA creen que España está en disposición de crecer al 2% e incluso al 3% “si se implementan las reformas estructurales necesarias”.

En este sentido, pone de manifiesto que hay unas nuevas elecciones el fin de semana que viene, tras las cuales “se espera que un nuevo Gobierno coja las riendas con el mandato de continuar las reformas y el ajuste fiscal”. En Italia las cosas van peor, “por la mayor percepción de debilidad política”. La mayor estabilidad pasa por el esperado triunfo del PP y el Gobierno fuerte previsto, se puede leer entre líneas.

España tiene una deuda que es sostenible, siempre dentro de unas perspectivas de déficit moderado y algo de crecimiento. Esto favorecería que los tipos en el mercado secundario se mantuvieran bajos. Así, otorga a nuestro país una capacidad de endeudamiento de hasta el 108% del PIB, ya que “cada punto porcentual de recorte de déficit se traduce en que nuestra capacidad de endeudamiento sostenible aumenta en 50 puntos básicos”.

En BBVA recuerdan que el endeudamiento español se redujo a niveles de récord en 2006, hasta el 36% sobre PIB, frente el 67% actual, un recuerdo que es un sutil gesto de cariño hacia el Gobierno del PP, que fue quien lideró ese proceso de drenaje de bonos domésticos del mercado.

El servicio de análisis del banco que preside Francisco González subraya la necesidad de ajustes para que esas buenas previsiones se lleven a cabo. Una de las medidas que tomará el nuevo Ejecutivo, según AC, será el copago sanitario. Con un abono de 10 euros por consulta, exceptuando mayores de 65 años, niños y enfermos crónicos, se recaudarían 2.000 millones de euros.

Pero, sobre todo, contemplan una capacidad de ahorro en la sanidad pública de unos 25.000 millones de euros, si se replican las tomadas por Castilla-La Mancha: centralización de compras, desinversión en activos inmobiliarios, o disminución de empleados públicos. Y todo esto, “sin que se viera afectado negativamente el servicio”. Desde luego, si se lograran esas cifras, la situación de España mejoraría con fuerza en los mercados internacionales.

En cualquier caso, los informes de las grandes casas de análisis hablan del futuro en una clave, más o menos clara, de Gobierno del PP. Y ninguna lo hace con un tono desfavorable o alarmista. 

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