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San Paolo decía un día después de su intervención que Dexia era el banco más solvente de Europa

Un día después de que se anunciara que la intervención de Dexia era inminente, el banco italiano Intesa Sanpaolo presentó un gráfico donde mostraba orgulloso que dicho banco se encontraba el primer puesto de los test de estrés europeo. 

Un desastre en toda regla, ya que sólo 86 días después de aprobar Europa los test de resistencia, el banco franco-belga Dexia tuvo que ser rescatado para evitar el colapso. Dexia tenía sólo un poco más del 1% en el patrimonio tangible detrás de sus activos, concretamente estaba apalancada 53 a 1.

Sin embargo logró ofrecer en dicho informe un ratio de capital del 12,1% que le otorgaba la aureola de banco más solvente de Europa, principalmente mediante la exclusión de la mayor parte de sus activos, aquellos asociados a la financiación de entidades públicas a nivel europeo, tal como Vozpópuli recogió en su momento. Al ponderarse por riesgo estos activos vinculados a deuda soberana hacía que el volumen fuera menor. Como consecuencia, el denominador era más pequeño, y el ratio mayor.

El problema central al que se enfrenta la economía mundial es el apalancamiento. En un mundo  donde las autoridades monetarias de manera irresponsable se dedican a activar burbujas después de cualquier contratiempo, ha sido posible para los bancos, otra vez más, obtener fuentes de financiación tanto desde el lado del capital como de la deuda, e implementar inversiones en préstamos, valores, deuda griega, y otros activos, muchos de ellos, como se ha vuelto a demostrar, de riesgo excesivo. La esperanza, de nuevo, era que a través del apalancamiento de los accionistas se pudiera obtener un alto rendimiento sobre dicho capital.

Pero, qué ocurre cuando alguna de las inversiones sale mal, véase, por ejemplo, deuda griega. Cuanto mayor es el apalancamiento, cualquier pequeña pérdida se comerá el capital del banco, y no solo eso, sino que detrás vendrían los bonistas.

En este contexto se entiende la preocupación que el español José Viñals mostró por el sistema financiero internacional: “las secuelas de Lehman no se han curado del todo, de manera que aún no se ha garantizado la estabilidad del sistema”, de ahí sus propuestas.

Alemanes y franceses
Según cálculos de John Hussman, responsable de Hussman Funds, uno de las mejores gestoras independientes de Estados Unidos, entre los bancos europeos con ratios de capital de más del 10 por ciento, pero con un ratio de activos tangibles sobre capital ordinario inferior al 2 por ciento, se encuentran Crédit Agricole, Commerzbank , Landesbank Berlín, y el Deutsche Bank.

John Hussman ya en 2008 creó una hoja de cálculo para rastrear las instituciones financieras estadounidenses que según él eran motivo de especial preocupación en base a su apalancamiento bruto (la proporción del total de activos sobre el capital propio de la institución), y a la proporción de capital tangible de los activos totales. Las instituciones más apalancadas en aquel momento fueron Fannie Mae, Freddie Mac, Bear Stearns, Merrill Lynch y Lehman Brothers. Ni que decir tiene, que dicha hoja de cálculo resultó ser un predictor bastante bueno de las instituciones que entraron en quiebra, y/o exigieron rescates como consecuencia de su insolvencia.

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