El Ibex se desploma un 2,7% pero salva los 8.600 puntos

A la espera de que la Autoridad Bancaria Europea (EBA) decida qué ratios de capital va a exigir a las entidades financieras del Viejo Continente, los valores bancarios del selectivo sufrieron nuevos recortes. BBVA y Santander lastraron al Ibex con caídas del 4,93% y del 4,8%, respectivamente.

Las mayores caídas las protagonizaron Mapfre (-5,76%), BBVA y OHL (-4,84%), en tanto que los únicos valores se anotaron ganancias fueron Inditex (+2,17%) y Ebro Foods (+0,32%).

En el resto de plazas europeas, las discrepancias entre Alemania y Francia para determinar cómo solventar la crisis de deuda pública de la eurozona extendieron el rojo. Italia encabezó los recortes, con una caída del 3,8%, seguida del Dax alemán (-2,5%) y el Cac parisino (-2,3%).

En el mercado de deuda pública, la prueba de fuego superada por el Tesoro público, pese a rebajar la demanda, no logró contrarrestar el efecto del recorte del 'rating' aplicado por Moody's a diez comunidades autónomas y algunos bancos españoles, que impulsó la prima de riesgo hasta los 351 puntos básicos, en tanto que la italiana se acercaba a los 400 puntos.

En el mercado de divisas, el euro perdió terreno respecto al dólar y a al cierre de la jornada el cambio entre las dos monedas marcaba 1,3688 'billetes verdes'.

Pero no ha sido este el único estímulo negativo para Europa. En estados Unidos, los índices se dieron la vuelta al cierre de sesión, terminando con pérdidas generalizadas. Todo después de que el Libro Beige de la Fed advirtiera de la incertidumbre y malas perspectivas que rodean al entorno actual. Y por si no fuera poco, Financial Times ha publicado hoy que el plan de la Unión Europea para reforzar la banca no cumplirá con las expectativas y necesidades reales de capitalización.

La prima de riesgo reacciona a Moody’s en la apertura

A los pocos minutos de la apertura de la sesión el diferencial entre el bono español a diez años y el alemán del mismo plazo se situaba en los 349 pb, un nivel que no alcanzaba desde el pasado 23 de septiembre. El rendimiento del bono español a diez años se elevaba al 5,403 %, en tanto que el del bono germano se mantenía en el 2,016 %.

También el sobrecoste que los inversores aplican para comprar deuda soberana de otros países frente a la alemana subía en la apertura, de modo que la de Grecia pasaba de 2.039 puntos básicos hasta 2.270, la de Italia alcanzaba 396 frente a los 383 de la víspera, y la de Portugal subía a 996, por encima de los 935 precedentes.

Por el contrario, los seguros de impago de deuda (credit default swap o CDS) relativos a los bonos a diez años de España para cubrir la posibilidad de impago de 10 millones de dólares se cambiaban a esta hora a 358.190 dólares anuales, por debajo de los 362.635 con que cerró ayer.
Los contratos de futuros que se negocian sobre la deuda europea subían hasta el 135,69 %, desde el 135,09 % previo, mientras que los que predicen el comportamiento de la deuda estadounidense parten hoy desde el 139,27%

Tokio cerró en mínimos

La Bolsa de Tokio terminó hoy en su mínimo en las dos últimas semanas en medio de la creciente incertidumbre sobre las perspectivas económicas de Estados Unidos  y los lentos progresos para resolver la crisis de deuda en la zona del euro. El selectivo Nikkei bajó 90,39 puntos, el 1,03 por ciento, y quedó en 8.682,15 puntos, mientras el índice general Topix, donde cotizan todos los valores de la primera sección, cayó 5,47 puntos, el 0,72 por ciento, hasta 746,02 enteros.

La publicación ayer del Libro Beige de la Reserva Federal de EEUU, que apuntó a que el crecimiento del país es lento, pesó sobre los inversores, que también vieron con escepticismo la reunión informal de Nicolas Sarkozy y Angela Merkel en Fráncfort para preparar la cumbre de líderes de la zona del euro el domingo.

"El mercado se había visto impulsado al alza recientemente por las expectativas políticas (para la resolución de la crisis en la zona euro), pero ante la cumbre clave de este fin de semana los inversores mantienen la cautela", explicó Takafumi Horiuchi, analista de Mizuho Securities, a la agencia local Kyodo.