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España

Vox seguirá intentando seducir al electorado conservador-liberal tras su "decepción" electoral

Tres de las figuras más reconocidas de Vox: María Seguí, Alejo Vidal Quadras y José Antonio Ortega Lara

Mientras el fenómeno Podemos convulsiona la política española con su discurso rupturista y antisistema, otro partido que ha llevado a cabo un discurso rupturista y antisistema (porque pretende acabar con la España de las Autonomías tal y como la conocemos ahora) desde la derecha no ha conseguido ese éxito. Se trata de Vox, el partido que se sitúa a la derecha del Partido Popular y que, con un discurso ultraliberal en lo económico y administrativo y ultraconservador en lo social, se ha quedado fuera del Parlamento Europeo por muy poco.

Como dice la propia formación en su web, "doscientos cincuenta mil españoles nos han dado su apoyo", y se han quedado a apenas 2.000 votos de conseguir un escaño que le hubieran quitado a Ciudadanos, que se quedó así con el último asiento en la cámara en liza (la formación dirigida por Albert Rivera Díaz obtuvo 2). No hubo suerte: el último escaño se adjudicó a 247.557 votos y Vox obtuvo 244.929.

Vidal Quadras habla de "gran decepción" por los resultados y reconoce que deberá cambiar su estilo de vida, al haber quedado fuera de las instituciones tras 27 años

Es por ello que el líder de la formación y cabeza de lista de Vox en las europeas, Alejo Vidal-Quadras Roca, habla sin paliativos de "gran decepción". "Ha sido doblemente decepcionante, porque no ha habido escaño y el hecho de estar tan cerca lo hace todavía más doloroso". El que fuera líder del PP catalán (José María Aznar López lo defenestró de esta comunidad en 1996 como una de las exigencias de Jordi Pujol i Soley para tener el apoyo de CiU en el Congreso de los Diputados) llevaba ocupando cargos públicos desde 1987, primero concejal en el ayuntamiento de Barcelona, luego diputado catalán, luego senador y desde 1999 en el Parlamento Europeo, del que era vicepresidente desde 2004. Tras 27 años con un sueldo público, la vida de Vidal-Quadras cambia ahora diametralmente.

"Ahora he de organizar mi vida personal sobre nuevas bases y en ello estoy. Hay muchos campos donde puedo actuar, como el académico o la consultoría", dice Vidal-Quadras. Sin embargo, el 'commitment' del catalán es claro: seguirá luchando con Vox para tratar de sacar representación en las próximas autonómicas y municipales, para las que quedan apenas 12 meses. "Hemos fijado una asamblea general del partido para el 20 de septiembre y ahora estamos preparando los borradores, las ponencias de la asamblea, que será un proceso muy participativo y recuperando el tono y recomponiendo el partido después del varapalo de las elecciones". 

"El PP hace políticas socialistas"

En definitiva, Vox no ha conseguido recoger entre el votante de derechas el descontento que sí ha recogido Podemos entre el votante de izquierdas y centro, o al menos no lo suficiente como para lograr representación. Pero Santiago Abascal Conde, otra de las cabezas visibles del partido, asegura a Vozpópuli que lo acabarán consiguiendo porque "el votante de la derecha está huérfano porque no hay políticas de derecha y ahora mismo no hay representación política. El PP aplica políticas socialistas y en lo que tiene que ver con la respuesta nacionalista o lucha antiterrorista creemos que hace lo mismo que el PSOE. Viendo la situación de España, con ultraizquierda y separatistas, nuestra opción es mucho más necesaria que nunca".

Vox ha rondado un 5% de sufragios en plazas como Madrid, Valladolid, Murcia o Burgos, pero ha sido mucho más débil en Catalunya y País Vasco

Estas elecciones han mostrado la fortaleza de la formación en ciertos territorios: "Madrid, Burgos, Valladolid, Murcia y otros lugares", donde han logrado alrededor del 5% de los votos. Sin embargo, su debilidad ha sido notoria en otros, muy especialmente en Catalunya y País Vasco. Pero en Vox prometen que darán batalla en todos los territorios, ya que "no hay sitios hostiles ni lugares que sean menos España", dice Abascal. Para el político bilbaíno, militante durante casi 20 años del PP en Euskadi, "hace mucho tiempo que en España hay un cuarteto de partidos, los dos de siempre y los dos de nunca (PNV y CiU). Los viejos partidos están siendo arrollados por nuevas opciones y entendemos que eso se va a agudizar cuando estén dispuestos a pactar entre ellos, algo que nunca han hecho. Pero ahora incluso con la salida de Alfredo Pérez Rubalcaba, entre ambos se tapan las vergüenzas y estarían dispuestos al gran pacto".

Y tiran también en Vox del discurso regeneracionista, además de reclamar el espacio ideológico que tienen libre: "El PP está en la socialdemocracia, el PSOE se va a radicalizar, Podemos está en la izquierda soviética y chavista e IU no sabe donde está. Nosotros estamos en la desde la defensa de la unidad nacional, la crítica al Estado de las Autonomías, necesidad de que el gasto público y los impuestos se reduzcan, deje de haber un número de parados y otras políticas que caracterizan a cualquier derecha europea". E incluso tienen una parte del discurso en la que coinciden totalmente con Podemos: "No hay democracia sino partitocracia, donde los partidos lo pueden todo: controlan a los jueces, chantajean a los empresarios, a los medios de comunicación, aquí los jueces son políticos, los parlamentarios no cumplen". Por ello, su discurso por el ahorro en aboga por cerrar los 17 parlamentos autonómicos, por traer nuevos profesionales a la política "que no se enriquezcan pero no pierdan dinero tampoco", dice el vasco Abascal.

Una discriminación mediática

El fenómeno del partido dirigido por Pablo Iglesias Turrión debía de surgir en cualquier caso en las conversaciones entre este periódico y los dirigentes de Vox. ¿Por qué ellos sí y Vox no? ¿Qué ha hecho este partido para llegar a más de un millón de personas en tan poco tiempo? Alejo Vidal-Quadras tiene claro que las televisiones (concretamente, Cuatro y La Sexta) han sido decisivas para que a Podemos se le conozca en todo el territorio: "Si no te conocen no te van a votar, en el caso de Podemos una abundante y frecuente participación de Pablo Iglesias en programas de gran audiencia les ha ayudado muchísimo, ellos han conectado bien con un sector de la sociedad que son gente con precariedad, con necesidad, en situación de pobreza, y su mensaje radical, utópico, ideal, para gente que está en un estado de profunda indignación y desesperación ha calado". El exdiputado europeo también es frecuente de tertulias, aunque especialmente en Intereconomía TV.

Santiago Abascal se muestra sorprendido porque el sistema haya aupado al éxito a Pablo Iglesias a través de la TV mientras a Vox se le ha boicoteado

De igual modo se expresa Abascal, para quien resulta muy sorprendente "cómo desde el sistema se ha alentado la irrupción de una fuerza antisistema con el ánimo de dividir a la izquierda que ha dado voz a una formación política que plantea una democracia asamblearia de estilo chavista". Todo esto se ha hecho, añade, mientras a ellos se les cortaba la posibilidad de acceder a las televisiones, ya que "tenemos constancia de presiones desde Moncloa para evitar que se nos diera voz en los medios". Pese a todo, reconoce que los medios de comunicación"son libres y no queremos insistir en una posición lastimera". Los apoyos a Vox han venido, curiosamente, de alguna importante personalidad del otro lado del Atlántico, como es el exalcalde de Nueva York Rudolph Giuliani, quien mandó un video para apoyar la candidatura de Alejo Vidal-Quadras.

Con respecto a este 'outsider' que es Podemos, ambos lo tiene claro. Su destino es el fracaso. "El programa político y social de podemos es irrealizable, es una pura fantasía, y si se llevase a cabo llevaría a España a la miseria en un tiempo muy corto. Un programa que pide nacionalizar los sectores económicos estratégicos, expropiar bancos y sus activos inmobiliarios, salario mínimo y máximo, acabar con la libertad de enseñanza, fijar un salario universal por el mero hecho de ser ciudadano, es una utopía. Es opuesto a todos los mecanismos probados de creación de riqueza: economía de mercado, libertad individual, es un programa que nos llevaría transformarnos en la Cuba castrista de forma muy rápida y largas colas con la cartilla de racionamiento ante almacenes semivacíos, pero insisto, él lo ha propuesto y mucha gente lo ha votado, pero no tiene ningún viso de viabilidad y creo que se irá diluyendo, ha sido un fenómeno momentaneo tipo suflé que se deshinchará y en municipales y generales le vaticino muy poco recorrido", dice el veterano político barcelonés.

En términos similares se expresa Abascal, quien está convencido de que muchos votantes de Podemos no han leído su programa "y les han votado para atacar al sistema".

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