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España

Satisfacción en la defensa de Urdangarín por el rapapolvo judicial del Tribunal Supremo al juez Castro

El juez José Castro acude al juicio por el 'Caso Palma Arena'

La defensa de Iñaki Urdangarin ha acogido con discreta satisfacción el rapapolvo propinado por la Sala Penal del Supremo al juez José Castro y al fiscal Anticorrupción Pedro Horrach en la primera pieza del caso Palma Arena que ha llegado a juicio.

La defensa de Iñaki Urdangarin ha acogido con discreta satisfacción el rapapolvo propinado por la Sala Penal del Supremo al juez José Castro y al fiscal Anticorrupción Pedro Horrach en la primera pieza del 'caso Palma Arena' que ha llegado a juicio.

El Supremo, como se sabe, rebajó la pena impuesta por la Sección Primera de la Audiencia de Palma al expresidente balear, Jaume Matas, de seis años a nueve meses de cárcel y de seis delitos a sólo uno, el de tráfico de influencias. Esta decisión pulveriza la instrucción llevada a cabo por el juez José Castro con el concurso del fiscal anticorrupción Pedro Horrach, los mismos que llevan el 'caso Nóos'.

Se trata del segundo revolcón que sufre en pocos meses el juez del 'caso Urdangarin' después de que la Audiencia Provincial de Palma dejara sin efecto, el pasado 5 de mayo, la imputación de la Infanta Cristina al aceptar los recursos interpuestos tanto por la Fiscalía Anticorrupción como por el abogado del Estado y las defensas de los duques de Palma y del secretario de las Infantas, Carlos García Revenga.

Reproche jurídico

Lo llamativo del auto del Supremo, al margen de fulminar la instrucción del juez Castro y la sentencia de la Sección Primera de la Audiencia balear, radica en los términos en los que se produce. Se trata de un reproche jurídico, técnicamente muy bien argumentado por el autor de la ponencia, el magistrado Carlos Granados, en el que, fundamentalmente, se subraya la relevancia del principio de legalidad, que "impide la aplicación del delito en perjuicio del reo más allá de lo que consiente el propio principio liberal del precepto".

Señala contundente el auto del Alto Tribunal que "la consideración ética sobre la posibilidad de reprochar los actos denunciados no puede determinar su sanción penal, con independencia de la opinión personal del juzgador". Asunto serio reprochar a un tribunal el haber introducido conceptos de subjetividad en una sentencia condenatoria.

El propio Matas, quien tiene pendientes aún al menos quince casos con la Justicia, en especial el de los negocios con Urdangarin en Nóos, el de las contrataciones de los arquitectos del Palma Arena y otros asuntos referidos a fundaciones y a financiación irregular del PP, no pudo reprimir ayer, quizás imprudentemente, referirse a la actuación de jueces y fiscales de las islas en este asunto. "No me queda más que respetar al juez (Castro) y a los fiscales, pero me congratula saber que al final se equivocaron". También envió un arreón a la Audiencia al mencionar que "la condena era totalmente equivocada, injusta y desmesurada".

Jaume Matas no se reprimió ayer mencionando que "la condena era totalmente equivocada, injusta y desmesurada". 

En el equipo de la defensa de Iñaki Urdangarin se mantenía ayer un prudente silencio en torno a la rebaja de la condena impuesta al expresidente Matas, aunque no se ocultaba de puertas adentro una notable satisfacción por el correctivo interpuesto desde el Supremo al juez Castro. No sólo por ser la primera pieza juzgada del caso Palma Arena, matriz del tema Nóos, sino porque los argumentos jurídicos del Alto Tribunal son implacables e incluso en algún aspecto podían en su momento ser trasladados a la futura calificación judicial de los presuntos delitos sobre los que está  imputado el duque de Palma. Los protagonistas son los mismos, juez, fiscal Anticorrupción y Audiencia de Palma. Y el recurso al Supremo, sea cual sea la sentencia impuesta, es un paso al que Urdangarin tiene perfecto derecho.

La defensa de Urdangarin mantuvo un silencio prudente por la rebaja de condena a Matas sin ocultar una notable satisfacción de puertas adentro

El Alto Tribunal también ha puesto en entredicho la estrategia de pacto seguida por Anticorrupción con dos de los procesados en el asunto Matas (un empresario y el exdirector general de comunicación) que obtuvieron una sensible rebaja de sus condenas a cambio de acusar al expresidente balear de graves delitos. Matas no pactó y ahora ha sido exonerado de cinco de las seis imputaciones que pesaban sobre él. Los "pactistas" aceptaron unas penas de 18 y 13 meses de cárcel a cambio de acusar a valedor. El Supremo ha hecho caso omiso del pacto y extendió los beneficios de la absolución del dirigente balear a sus excolaboradores.

Este punto es de notable relevancia si se piensa en los rumores de pacto, nunca confirmados, ofrecidos al socio de Urdangarin, Diego Torres, a cambio de modificar su actitud durante el caso Nóos.

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