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España

Silvio Berlusconi se enfrenta en su momento más crítico a una cuestión de confianza

Ante las constantes divisiones de la coalición, el mandatario se ha visto obligado a pedir la confianza en el Parlamento, una votación en la que los parlamentarios tendrán que decidir si finalmente Berlusconi permanece en el Ejecutivo o tiene que dimitir por falta de apoyos en las Cámaras.'Il Cavaliere' ha reconocido que el informe de presupuestos es un "voto político" y ha afirmado que fue "un incidente parlamentario" que produjo "una situación anómala". Según ha explicado Berlusconi, se ha presentado ante la Cámara para renovar y "confirmar" que mantiene la mayoría en el Parlamento para poder gobernar.

Sin embargo, el primer ministro ha recordado que su Ejecutivo continuará "adelante" sin "dejarse condicionar por nada más que por el respeto a la Constitución y los acuerdos europeos" y ha asegurado que "las elecciones anticipadas o la posibilidad de crear un Gobierno técnico", como pide la oposición, "no resuelven los problemas del país". Asimismo, el mandatario ha subrayado que un Gobierno técnico no tendría "la fuerza de un Ejecutivo democráticamente elegido".

Única alternativa

Silvio Berlusconi ha asegurado que su Gobierno "es el único sujeto democráticamente habilitado para defender los intereses nacionales aquí y ahora de las tensiones de la crisis económica y financiera" y ha destacado que "en el plano político no hay una alternativa creíble" a su Ejecutivo. El mandatario se ha referido a la oposición como "un partido de 'tránsfugas'" con una izquierda "dividida en todo y unida sólo por el antiberlusconismo".

Finalmente, ha afirmado que "él está aquí" y que "existe una mayoría unida" por lo que Italia "conseguirá" salir adelante. El 'premier' ha destacado que las instituciones "se defienden con seriedad y responsabilidad y no haciendo perder tiempo al país.
 

Situación inevitable

A esta situación se ha llegado, después de que el Gobierno no consiguiese el apoyo necesario para aprobar el texto sobre la cuentas del Estado de 2010, pues la ratificación se tuvo que suspender al producirse un empate de 290 votos a favor y 290 en contra en la votación del primer artículo del texto. Un empate que se produjo debido a las numerosas ausencias en las filas de la mayoría y a clamorosas abstenciones como la de su ministro de Economía, Giulio Tremonti, y la de su socio, el líder de la Liga Norte, Umberto Bossi.

Como desvelan hoy los medios de comunicación, el PD urdió una estratagema para conseguir derrotar al Gobierno en esta votación, ya que dejaron pensar que había numerosas ausencias entre sus bancos para después entrar en masa en el momento de la votación sorprendiendo a la mayoría. Por ello, los miembros del Gobierno afirmaron que se trató de un "incidente técnico" y el ministro de Exteriores, Franco Frattini, aseguró que conseguirán pasar la cuestión de confianza sin problemas e incluso con más votos de los previstos.

Se trata de la segunda cuestión de confianza que tiene que afrontar Berlusconi durante esta legislatura, después de la de diciembre, cuando acudió al Parlamento para verificar si contaba con la mayoría tras la marcha de su socio Gianfranco Fini y algunos de sus correligionarios.

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