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El Instituto Social de las Fuerzas Armadas cierra con 22 millones de pérdidas en 2012

La Seguridad Social está en números rojos. En 2011, el déficit ascendió a 668 millones de euros, pero en 2012 se disparó a 10.100. El Instituto Social de las Fuerzas Armadas (ISFAS) había logrado escapar de las pérdidas en hace dos años, pero el pasado se sumó al color rojo.

Si en 2011 arrojaba un beneficio de casi 20 millones, en 2012 se da la vuelta a la tortilla y las pérdidas ascienden a los 22.904.007 euros. La razón hay que buscarla principalmente en la caída de los ingresos por cotización. Los presupuestos contemplaban unos ingresos de 677.981.242 y finalmente fueron de 560.085.459. 

¿Por qué una caída tan brusca? En primer lugar porque la cifra de titulares ha caído en 5.795 personas hasta los 235.173. En segundo lugar porque al suprimirse la paga extra de diciembre, la cotización cae en su parte proporcional. En todo caso, estos dos factores no explican el agujero entre lo previsto y lo realizado. Así que cabe concluir que sencillamente estaba mal presupuestado.

Lo mismo ocurre con los gastos. Estaban previstos 650 millones de euros de gasto sanitario y finalmente se ejecutan 627. Esos más de 20 millones de euros de menor gasto amortiguan las pérdidas del ejercicio por caída de ingresos. A eso hay que sumar un ligero recorte en los gastos de personal pasando de los 22,7 millones a los 20,7. Es el coste de los 648 empleados: 238 funcionarios, 210 militares y 199 laborales repartidos con criterios de paridad. 

Otro dato que llama la atención es que aunque durante 2012 baje la cifra de cotizantes en 5.795, la cifra de protegidos apenas se reduzca en 1.474. La razón es que la cifra de beneficiarios se vio incrementada en 4.321. En total, el ejercicio cerró con 235.173 cotizantes, 133.673 jubilados y 257.479 beneficiarios (cónyuges e hijos menores de edad). 

¿Separación de fuentes?

La existencia de pérdidas es meramente virtual. Porque aunque existe una supuesta separación de fuentes y el ISFAS lleva su propia contabilidad, la realidad es que la caja es única.

La 'Seguridad Social del Ejército' se nutre en un 81,25% de aportaciones del Estado como cuota patronal a la que se suma otro 3,52% de transferencias del Estado. Los cotizantes (funcionarios públicos) aportan el 14,78% restante. Es decir, todo queda en casa.

Pero entre los militares preocupa que 'su' Seguridad Social empiece a aparecer con números rojos. Su sistema de previsión empieza a ofrecer signos de flaqueza similares a la Seguridad Social común. 

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