Publicado: 23/04/2014 10:09
La nueva televisión independentista de El Punt Avui (diario con sesgo secesionista) empezó su recorrido este martes por la noche con una entrevista al presidente de la Generalitat, Artur Mas. En ella, Mas ha asegurado que "la única cosa que tengo clara es que el 9 de noviembre se votará. Habrá consulta. Yo la convocaré, y además déjeme decirle -inquiere al entrevistador- que no se lo pondré fácil al Estado español para que la pueda impedir. La convocaré de tal manera -no me haga decir más- que el Estado español le costará mucho no sólo presentar un recurso en contra, sino que se pueda considerar bueno que pueda impedirla".
Mas ha recordado cómo la situación en la cual está reclamando un nuevo estatus para Cataluña le está generando mucha presión y mucho odio, por lo que intenta "leer o escuchar lo que me interesa (...) estar lo más impermeabilizado posible".
Sobre el debate en el Congreso de los Diputados por el cual la Generalitat pedía la transferencia de la competencia de organizar referéndums, y que fue rechazado por amplia mayoría, Mas, ha dicho que "el no estaba descontado, pero de lo que se trataba era de hacer un esfuerzo de pedagogía al conjunto del Estado español".
Sin problemas con Duran y ERC
En Madrid se opina que la ruptura de CiU podría ser la mejor noticia para dar al traste con el proceso soberanista catalán. Pero Mas ha querido, una vez más, rechazar esta idea: "Estamos perfectamente coordinados. Él es un líder catalán que hace política en Madrid, no debería ser raro que ocurriera eso".
Sin embargo, Mas se ha mostrado escéptico con la 'tercera vía' que opte por un acuerdo Barcelona-Madrid: "En la tercera vía confío poco. Si no, estaría todo el día hablando y negociando. En la historia del catalanismo en los últimos cien años las terceras vías han acabado siempre en frustración porque alguien en Madrid, alguien del Estado, sea un ejército -hace muchos años- un partido político o un TC, han decidido destruir este invento. Hasta que el Estado español no nos demuestre que hay una voluntad real y firme de que haya una tercera vía posible y promovida en buena parte por ellos, no me lo creeré. ¿Si en algún momento se lo repiensan? Sólo pongo una condición: que se vote".
Por otra parte, el president ha dicho que en líneas generales se encuentra contento con Esquerra Republicana de Catalunya: "Estamos haciendo un camino juntos (...) es una relación buena, sólida y positiva para el país", aunque ha reconocido que en ciertas cosas no están de acuerdo, como por ejemplo en los temas del proyecto de ocio Barcelona World.
Crear un nuevo Estado: 2.500 millones
Con respecto al futuro financiero de una Cataluña independiente, aunque apenas se ha hablado de ello, Mas se ha limitado a hacer las cuentas muy a su favor: "Todo el déficit fiscal que ahora tenemos, de 15.000 o 16.000 millones anuales, no lo tendríamos. A cambio, Cataluña tendría que pagar lo que cuesta un nuevo Estado y las estructuras que lo sostienen. Se ha calculado que pueden ser unos 2.500 millones de euros. En tiempos de crisis, tendríamos que complementar las pensiones, como hace ahora el Estado".
Declaración institucional por Sant Jordi
Mucho más conciliador, Mas ha animado este miércoles a los catalanes a ofrecer una imagen al mundo de pasión por la cultura y a proyectar el "mosaico" de una sociedad catalana "que incorpora la diversidad" y que actúa y seguirá actuando en el futuro celebrando "lo que les une", informa Efe. "Ofrezcamos al mundo el gran espectáculo del mosaico de la sociedad catalana, participando activamente, incorporando la diversidad y a la vez celebrando lo que nos une. Así es como somos y como nos gusta hacer las cosas y como las haremos", ha afirmado el presidente catalán en la declaración institucional que ha dado inicio en la mañana del miércoles a la celebración de la Diada de Sant Jordi.
En un momento de debate soberanista por su apuesta de celebrar una consulta el próximo 9 de noviembre, Mas ha realizado un breve discurso alejado de la coyuntura política. Así, el presidente catalán ha animado a los ciudadanos a exhibir 'senyeras' (banderas catalanas) en los balcones, a pensar en los más desfavorecidos y también a compartir un momento con las personas queridas en el día de la rosa y el libro.
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