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España

Felipe VI, a los europarlamentarios: "Pueden contar con una España leal, responsable, unida y orgullosa de su diversidad"

Felipe VI, en su discurso en la Eurocámara.

El Rey Felipe VI garantizó a los eurodiputados de todos los Estados de la UE que pueden tener "la seguridad" de "contar con una España leal y responsable hacia el proyecto europeo, unida y orgullosa de su diversidad, solidaria y respetuosa con el Estado de Derecho". En su primera intervención ante el pleno de la Eurocámara, reunido en una sesión solemne en su sede de Estrasburgo, el monarca español animó asimismo a construir "una Europa renovada para un tiempo nuevo en un mundo distinto", un "apasionante reto" que la UE debe afrontar, según insistió, con la seguridad de que "no hay alternativa a una Europa unida".

"Tengamos confianza en Europa: tengamos confianza en nosotros mismos, los europeos", concluyó el Rey un extenso discurso en el que abogó por construir una UE "más integrada", por dotar a la Unión de "un nuevo impulso político" y formular "un nuevo ideal" que "movilice a los ciudadanos a favor de la integración y del proyecto de unidad". Tras defender el carácter irreversible de la moneda única y la necesidad de "lanzar una señal clara e inequívoca de que los problemas sociales se encuentran en el centro" del proyecto europeo, instó a responder al "desgarrador sufrimiento" de los refugiados que llegan a la UE "desde la generosidad, la solidaridad y la responsabilidad", porque, según afirmó: "No podemos defraudarles". 

"No es posible concebir una España sin Europa ni una Europa sin España; soy europeo porque soy español", dijo en la sesión solemne el rey

Las palabras del monarca fueron subrayadas con aplausos de los europarlamentarios en varios momentos, como cuando recalcó que "Europa es donde los españoles queríamos estar, donde nos merecíamos estar y donde permaneceremos siempre" o cuando proclamó: "No es posible concebir España sin Europa ni Europa sin España; Soy europeo porque soy español". 

Del total de 751 parlamentarios, una decena de eurodiputados -pertenecientes a IU, ICV, Bildu, ERC, Alternativa Galega y Nova Esquerra Catalana- se ausentó del pleno antes de la intervención del Rey, en señal de rechazo a esta visita del Monarca, y exhibió en sus escaños una pancarta con el lema "Salud y República", una bandera republicana española y otra independentista gallega.

Después de reafirmar su "fe en Europa", el Rey recordó que la España democrática se ha basado en una "firme y sincera voluntad de entendimiento entre los españoles" y se ha sustentado en la Constitución, "el gran pacto que defiende, preserva y ampara los derechos y libertades de los ciudadanos" y "protege a los pueblos de España en el ejercicio de sus diversas culturas y tradiciones". 

A continuación, sin aludir expresamente al desafío independentista en Cataluña, afirmó: "Europa se ha construido sobre la voluntad de sumar y no restar, de aunar y no dividir, de saber compartir y ser solidarios; tengan, así pues, señorías, la seguridad de poder contar con una España leal y responsable hacia el proyecto europeo, unida y orgullosa de su diversidad". 

La crisis migratoria

Sobre la crisis migratoria y la llegada de refugiados sirios a las fronteras de la UE, reclamó "instrumentos de colaboración" con países vecinos para evitar "los desplazamientos masivos, la violencia o la inseguridad", al tiempo que pidió generosidad y solidaridad para responder a los cientos de miles de personas que huyen del fanatismo y persiguen "un proyecto de esperanza".

Al recordar los efectos de la crisis, con "tasas muy elevadas de desempleo", recordó que "son muchos los sacrificios que han tenido que hacer los españoles para volver a la senda del crecimiento económico y la creación de empleo" y llamó a lanzar desde la UE una señal inequívoca de que, para la Unión, es una prioridad lograr niveles elevados de empleo, educación, salud y protección social.

Ante el riesgo de "complacencia" o "conformismo" por lo ya logrado en Europa, advirtió asimismo sobre la necesidad de dotar a la UE de un "nuevo impulso político", con "nuevos y altos objetivos", que permita fortalecer la legitimidad democrática, mejorar el "buen gobierno de la Unión" y avanzar hacia "una verdadera comunidad política reforzada". En este contexto, reclamó "preservar y hacer efectivos" valores "hoy cuestionados y amenazados", como la libertad, la igualdad, la solidaridad, la dignidad de hombres y mujeres, el pluralismo y la defensa de los derechos humanos.

En materia económica, llamó a impulsar un "marco riguroso" de supervisión presupuestaria y a profundizar en la unión bancaria, mientras que, en el ámbito de las relaciones exteriores, animó a configurar a la UE como "un actor global" comprometido con la paz, los derechos humanos y la erradicación de la pobreza, con una política común de seguridad y defensa "más ambiciosa y generosa".

La reacción de los partidos

Los eurodiputados españoles de los grupos socialista y popular respaldaron el discurso pronunciado por el rey Felipe VI, que fue criticado por Podemos y ni siquiera escuchado por los de Izquierda Unida, que abandonaron el hemiciclo. Desde el Partido Popular, el eurodiputado Esteban González Pons dijo "compartir totalmente" una de las frases más comentadas por los eurodiputados: "Soy europeo porque soy español". Iratxe García, de la delegación socialista española, afirmó que el discurso "ha sido el reflejo del sentir de la gran mayoría de españoles", y que ha sido "completo" por haber hablado de "los beneficios que ha supuesto el proyecto de Europa pero también de los retos que Europa tiene por delante".

El PP y el PSOE se mostraron satisfechos con el discurso del rey, que fue criticado por IU y Podemos

La eurodiputada de IU Marina Albiol lamentó que el Rey no debatiera en esta visita con los parlamentarios y que su intervención consistiera en un discurso "para recibir aplausos". El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, afirmó que "me gustaría que la próxima vez que intervenga un jefe del Estado que representa a España en una cámara de elección democrática, haya pasado por las urnas, aunque sea Felipe de Borbón". En su opinión, el discurso fue "decepcionante", al considerar que "apoyaba el planteamiento del Gobierno que dice que la situación económica está mejorando" y que no hacía "ninguna crítica a las instituciones europeas, que se han demostrado ineficaces", y en cuanto a que al mencionar la crisis de los refugiados "relacionaba inmigración con violencia".

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