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Política

Rajoy se vuelca en los medios frente la ruidosa reaparición de Aznar

Mariano Rajoy se desparrama estos días por los medios de comunicación. Ha abandonado el silencio en el que se estaba sumido desde que logró su investidura a finales de octubre para recuperar la imagen que le llevó al triunfo electoral del 26J. En apenas unos días ha concedido entrevistas en diarios nacionales como ‘La Razón’, en diarios locales como ‘Ideal’ de Granada, o ‘Faro de Vigo’, ha protagonizado un almuerzo-coloquio en ‘Abc’ y este jueves comparece en Onda Cero.

Esta hiperactividad coincide con la intensa actividad pública que protagoniza José María Aznar quien ha comparecido en tres sesiones públicas en los últimos quince días. Aznar renunció al título de presidente de Honor del PP a finales de año y desde entonces ha dejado muy clara su voluntad de recuperar su papel de referente para el espectro ideológico del centroderecha. El PP mantiene un intenso silencio ante los movimientos de su antiguo líder, aunque en Génova no deja de sorprender la vertiginosa agenda que está desarrollando.

El motivo de la constante presencia de Rajoy en los medios es, según la versión oficial, la celebración del Congreso Nacional del Partido Popular en el que será reelegido presidente de la formación por otros cuatro años. Reelección que implica la condición de candidato a las generales si decide presentarse. El mensaje común en las intervenciones del líder de los ’populares’ es monótono y predecible. El Gobierno precisa buscar consensos y aliados para sacar adelante la legislatura, que será ‘larga y frutícfera’. El primer escollo de importancia a superar serán los presupuestos, para lo que cuenta con PNV, CC y Ciudadanos y espera una actitud razonable del PSOE. Desecha la posibilidad de adelantar elecciones y afronta con la firmeza de la ley el reto secesionista catalán. .

La etapa más tranquila

Salvo la sobrevenida reaparición de Aznar, el presidente del Gobierno atraviesa en una de las etapas más tranquilas de su vida política. Carece de una mayoría cómoda en el Parlamento pero las tribulaciones internas que padecen las fuerzas de la oposición le auguran un horizonte sin graves sobresaltos. “Está cómodo, está a gusto, está confiado”, comentaba este martes un miembro de su Gobierno. Quizás, demasiado, añadía.

Pese a que no apea de sus labios la palabra ‘diálogo’, su tono vuelve a ser irónico y displicente, como en los viejos tiempos de la mayoría absoluta. “El mejor Rajoy fue el que conocimos entre el revés electoral del 20N y el alivio del 26J”, explica un veterano colaborador de Moncloa. “Era un Rajoy muy cercano, sensible y hasta levemente humilde, atenazado por un horizonte electoral incierto, movimientos extraños en su partido y recelos en las instancias económicas y en Europa”, añade.

Escuchó entonces, en contra de su criterio de hermetismo total, a quienes le obligaron a abandonar el plasma, a salir de la Moncloa, a acudir a programas televisivos donde jamás antes estuvo y a reunirse pródigamente con periodistas en encuentros discretos en Moncloa. El resultado de esa estrategia mediática fue la reelección y el estruendoso hundimiento de las dos fuerzas más firmes de la oposición.

Rajoy encara un Congreso Nacional cómodo y a su medida, con el ruido de fondo del revolteo de Aznar pero sin más dudas que la continuidad de Dolores Cospedal como ‘número dos’, asunto que él ya tiene resuelto pero sobre el que apenas lanza alguna pista. El gran cónclave de los ‘populares’ apenas introducirá novedades en los Estatutos, salvo una fórmula híbrida de ‘primarias ligth’. No hay motivo alguno para la inquietud. De ahí el aplomo con el que aparece estos días Rajoy ante los medios, más suficiente de lo que algunos de los suyos desean. “Una vez que se asiente el Gobierno, toca pensar también en el futuro del PP”, subraya la mentada fuente.

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