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España

El triunfo de Syriza y la polarización entre el PP y Podemos mete a Pedro Sánchez en una trampa mortal

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez.

Los socialistas griegos han quedado orillados a la séptima posición dentro del Parlamento heleno mientras que Syriza, el hermano gemelo de Podemos en Grecia, tiene garantizada la formación de Gobierno. Júbilo en la formación de Pablo Iglesias y nerviosismo en el PSOE. Ayer, su secretario general, Pedro Sánchez, participó en el Foro ABC, donde dejó patentes sus principales debilidades. En concreto, evitó contestar a tres preguntas clave que le dirigió el moderador, Ángel Expósito, con este contenido de fondo.

  •  ¿Con quién pactará el PSOE después de las elecciones de mayo? Pedro Sánchez contestó que los socialistas van a ganar estos comicios y las posteriores legislativas porque los ciudadanos van a apostar por un “cambio seguro”. Pero evitó responder si su partido se inclinará hacia el centro o hacia la izquierda. “Me siento tan lejano del PP como de Podemos, porque el primero hace lo que no dice y el segundo dice lo que no piensa…No sé, se tendrá que definir”, añadió yéndose por la tangente. Y para rematar la ambigüedad: “Lo importante será para qué ganamos, no con quien. Somos de centro izquierda y ya habrá tiempo para establecer nuestra hoja de ruta…”. Conclusión razonable: Sánchez no descarta pactos con nadie.
  • ¿Qué pasará con Pedro Sánchez si el PSOE obtiene un mal resultado en las municipales y autonómicas? “El secretario general siempre se examina, pero no vamos a suspender. Si suspendemos…mi obligación es decir que vamos a ganar el partido. El éxito dependerá de los gobiernos que ganemos y del número de votos. Ya se verá…”. El titular, bien podría ser: Sánchez no descarta dimitir si el PSOE se pega un batacazo electoral dentro de cuatro meses. O también el contrario.
  • ¿Cómo encara la ofensiva contra usted de Susana Díaz? El líder socialista dijo en tono vago que mantiene buena relación personal con la presidenta andaluza y que apela “al sentido de la responsabilidad” de todos los dirigentes del PSOE para estar a la altura de las circunstancias. En este contexto, recordó que se siente “legitimado” por el voto directo de la militancia y por el cambio de “cultura” en el PSOE, armas que le servirán en julio para reivindicar las ‘primarias’ en caso de que Susana Díaz intente prescindir de ellas si gana en Andalucía y decide pegar el salto a Madrid.

Después de lo sucedido en Grecia, la impresión predominante en el Partido Socialista es que el triunfo de Syriza y la polarización entre el PP y Podemos en España, ha metido a Pedro Sánchez en una trampa mortal que puede condenarle a la intrascendencia. La socialdemocracia helena gobernó su país la mayor parte de la década de los ochenta y los noventa, y ahora ha quedado relegada a 13 diputados y menos del 5% de los votos. Cunde el temor en el PSOE a que le pase lo mismo si en las próximas elecciones generales, sobre todo,  se acentúa el declive del partido.

Las razones esgrimidas ayer por Pedro Sánchez para que esto no ocurra tampoco fueron de peso. En su opinión, las realidades de Grecia y España son distintas porque aquí hay “más alternativas económicas y políticas” y su partido se ha renovado. “Los ciudadanos en España van a apostar por el cambio seguro que nosotros representamos”, dijo en una frase hecha.

Pedro Sánchez no consigue centrar la atención en ninguna de sus propuestas económicas

De la debilidad del secretario general que ayer cumplió sus primeros seis meses en el cargo es también un buen exponente el nulo calado de sus propuestas. En el almuerzo con empresarios y periodistas se esforzó en centrar su intervención en la política económica -¡Hasta reconoció por primera vez que hay recuperación!-, pero el coloquio posterior se lo impidió. La atención de la audiencia no estuvo centrada en sus propuestas, devaluadas por tanta sobreexposición, sino en el tiempo que conseguirá mantenerse en sus actuales responsabilidades. Presionado por las preguntas, llegó a reconocer que su mujer le ha confesado que esto es más duro de lo que pensaba. Él dice que la ha contestado que no le va a poder nunca la coyuntura. “Esto es una carrera de fondo” asegura Sánchez, bajo el síndrome del PASOK y ninguneado al mismo tiempo por el PP y Podemos.

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