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España

Un informe interno del PP vaticina el fin de Cataluña como bastión electoral de los socialistas

El PP maneja un documento interno que recoge el análisis de los resultados electorales del pasado domingo con llamativas conclusiones. Una de ellas es la que afecta a los datos cosechados por la candidata popular, Alicia Sánchez-Camacho. El informe subraya que el PP obtuvo 84.000 votos más que en 2010 y 19 escaños, “también un récord, como lo es que haya conseguido al menos dos diputados en las cuatro provincias catalanas”. Y lo que es mejor para el PP: “hay que decir que Sánchez-Camacho en sus 4 años de gestión, ha incrementado el voto del PP en unas autonómicas en un 49 por ciento, quedando a apenas 50.000 votos del PSC y, por lo tanto, del segundo puesto" cuando en 2006 la distancia fue de nada más ni nada menos de 480.000 votos.

Este último dato es de suma importancia para el Gobierno y el PP, dado que Cataluña y Andalucía han sido tradicionalmente los "graneros" de voto socialista, los que encumbraban al partido del puño y la rosa a la presidencia del Gobierno en elecciones generales. De hecho, el segundo triunfo de José Luis Rodríguez Zapatero en 2008 radicó esencialmente en el gran respaldo que cosechó en Cataluña, con voto propio pero también "prestado". El triunfo del PP en las andaluzas del pasado 25 de marzo, aunque muy lejos de la mayoría, y el resultado conseguido este domingo supone para los populares "cambiar una tendencia casi histórica en democracia", indicaron fuentes populares. Otro dato nada desdeñable es que el PP ha conseguido sólo en la provincia de Barcelona 46.000 papeletas más de las que tuvo en toda Cataluña en 2006 y casi tantas como en las elecciones de 2010.

El informe constanta el descalabro del PSC y los buenos resultados de IC, aunque no lo suficiente para evitar que el “bloque de izquierdas” sume el peor porcentaje de toda su historia, apenas un 24,3 por ciento del voto total.

Respecto a CiU, no deja bien parado al presidente de la Generalitat a la vista de su evolución “histórica” desde que es candidato convergente en sustitución de Jordi Pujol, allá por 2003. Y es que el estudio popular, que sirvió de base a la intervención de la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, en la reunión del comité ejecutivo del lunes, señala que “Artur Mas ha sacado para CiU los tres peores porcentajes de voto en unas elecciones autonómicas”, aunque en 2010 superó por unas décimas el obtenido por Pujol en 1999. Esto es, el president se ha presentado ya en cuatro ocasiones a estos comicios y salvo hace dos años, en que consiguió un 38,47 por ciento de apoyos, en las demás no ha superado el 32 por ciento de los votos, muy lejos de los cosechados por su antecesor convergente.

Pero es que, además, el llamado “bloque soberanista”, formado por CiU y ERC tampoco ha experimentado un incremento sustancial de sus apoyos desde 1984. Desde ese año “esta suma se había mantenido en el entorno del millón y medio de votos, algunas veces arriba, otras por debajo, alcanzando un máximo en 1995 de algo más de 1,6 millones de votos”, en concreto 1.627.000, reza el documento interno que maneja el PP. Pues bien, a pesar del récord de participación en las últimas elecciones catalanas, que alcanzó el 69,5 por ciento, convergentes e independentistas han logrado sumar 1.608.000 papeletas, sin superar los datos de hace doce años.

El documento no dice nada de Ciutadans a pesar de haber triplicado sus resultados, pasando de tres diputados a nueve

En términos de porcentaje para CiU y ERC es bastante descorazonador, ya que ambos suman el más bajo desde 1992, momento en que se inició una línea descendente que culminó el domingo con el 44,4 por ciento de los votos. No obstante, ambos suman la cifra nada desdeñable de 71 escaños, más que en 2003 y 2006, “pero sólo lo consiguen debido a que la Ley D´Hont les beneficia sobremanera al producirse a la vez el descenso brusco del PSC y a una favorable distribución del voto en las provincias más pequeñas”.

En cuanto a ERC, los populares sentencian que si bien su resultado “es bueno sin apenas paliativos, no han superado sus máximos históricos en ninguna magnitud”. Han duplicado su representación parlamentaria al pasar de 10 diputados a 21, pero “se quedan por detrás de los 23 que los catalanes les dieron en 2003 con Carod Rovira como líder”. Aunque no se hace en el texto ninguna consideración sobre las fórmulas posibles de alianzas postelectorales, en el cuartel general de los populares están convencidos de que habrá pacto entre CiU y ERC, aunque para algún miembro del equipo de Rajoy sea “darse un tiro en el pie”.

En informe alude muy por encima a otras fuerzas soberanistas como el ahora desaparecido Solidaritat Catalana per la Independencia (SI), que se ha quedado sin representación, y a las CUP, con tres escaños ahora, que si bien agrupa voto soberanista “es una formación abiertamente antisistema”.

Pero con ser llamativo lo que dice este informe, casi lo es tanto lo que no dice. Porque en ningún punto se habla de Ciutadans, la otra fuerza política no soberanista que ha visto triplicada su representación al pasar de tres a nueve diputados. El pasado lunes, durante la comparecencia de Cospedal y Sánchez Camacho en la sede del PP tras la reunión del comité ejecutivo nacional, destacaron que el ideario de la formación que lidera Albert Rivera es de izquierdas y, por tanto, se habrá alimentado de voto descontento del PSC.

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