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España

Cascos renuncia a la dedicación plena en Asturias para atender sus negocios en Madrid

En menos de un año ha pasado de presidente del Gobierno de Asturias a diputado de base con dedicación parcial al Parlamento. Ese es el resumen, al menos por el momento, de la actuación de Francisco Álvarez-Cascos en su tierra de adopción, a la que aterrizó en mayo del año pasado como ganador de las elecciones autonómicas del 22-M y a la que ahora no va a dedicar en exclusiva su tiempo para poder atender también su actividad privada. Cascos se ha convertido en uno de los seis diputados que han preferido renunciar a parte de su sueldo de la Cámara para poder desarrollar otro tipo de actividades que, en su caso, le van a mantener más fuera del Principado que dentro. De hecho, hasta siendo presidente le afeaban su reiterada presencia en Madrid.

Se trata, sin duda, de un paso intermedio que podría llegar a culminar con su abandono definitivo del escaño, tras forzar una repetición electoral que le acabó sacando de la presidencia autonómica y arrojándole a la oposición. Sin embargo, él afirmó por activa y por pasiva, que, independientemente de los resultados, no se movería de Asturias. Si fuera así, se cumpliría uno de los deseos de los populares, que sirmpre le quisieron ver de vuelta a Madrid para intentar, a partir de ahí, recomponer la unidad del centro-derecha asturiano. No es el único diputado asturiano que ha renunciado a la dedicación exclusiva. De los otros cinco, tres son también de su partido. Se trata del que fue su mano derecha y vicepresidente primero de la Junta asturiana, Pelayo Roces; el portavoz adjunto del grupo de Foro, José Antonio Martínez, y el también senador Isidro Martínez Oblanca. 

Hay quien ve en esta decisión el pasado previo hacia el abandono definitivo de la política asturiana

Cascos pretende retomar la gestión de su cartera empresarial formada por compañías como Unalia y Tecnas, sobre asesoramiento, entre otras cosas, en materia de obra pública. Tambien tiene presencia en empresas compartidas con su esposa, María Porto. En su corta etapa de presidente autonómico, dejó dicha gestión en manos del líder del Foro Español de la Familia y abogado, Benigno Blanco. A cambio, pasará de recibir un sueldo público de poco más de 3.500 euros mensuales brutos a otro de unos 1.800, lo que también afectará a las dos pagas extraordinarias consiguientes. Además, se queda sin el coche oficial al que tenía derecho en calidad de portavoz de Grupo, pero, a cambio podrá montarse en el de los escoltas.

Los otros dos diputados que han pedido dedicación parcial son el candidato de UPyD, Ignacio Prendes, el mismo que sostiene con su voto el Gobierno del socialista Javier Fernández, y la parlamentaria del PSOE Marina Pineda. La petición de Prendes tiene carácter temporal hasta que solucione su posición en el despacho de abogados del que es todavía socio.

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