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España

Botella mantiene cerrados dos pabellones desde el Madrid Arena sin dar explicaciones

Entrada al Palacio Municipal de Congresos, en Campo de las Naciones, junto al recinto ferial Ifema.

Pasada una semana de la desgracia del Madrid Arena, Ana Botella dio una rueda de prensa para anunciar cuál sería la reacción inicial del Ayuntamiento en el caso. La alcaldesa decretó el “cierre preventivo” de otras dos emblemáticas instalaciones de la capital, el Pabellón Municipal de Congresos y el Pabellón de Cristal. La decisión, explicó Botella, se debía a fallos de seguridad detectados en los dos edificios, que solían albergar actos con relativa frecuencia, especialmente el Pabellón de Congresos, inaugurado con gran pompa en 1993 –cuando Campo de las Naciones iba a hacer de Madrid un caldo de inversión extranjera y un centro mundial de convenciones-  .

La regidora señaló que técnicos de Cibeles analizaron informes sobre sendos pabellones y revelaron sombras, motivo que desencadenó el cierre. "Mi compromiso es tomar todas las decisiones necesarias para que nunca más se pruduzca una tragedia como esta", ratificó. Tres meses después, poco más se ha sabido. Este medio ha preguntado por los inmuebles a Madridec (Madrid Espacios y Congresos, la empresa local que los gestiona) sin hallar respuesta. Dos edificios de propiedad pública que siguen vetados sin explicación.

Fuentes de la oposición cuentan que del Pabellón de Cristal (20.200 metros cuadrados), abierto en 1964 y ubicado en la Casa de Campo, cerca del Madrid Arena, no hay noticias. “Se nos dice que puede abrir en abril”. Del Palacio de Congresos de Campo de las Naciones sí se sabe que se han hecho obras de extinción y protección de incendios, entre otras labores. Podría estar listo para mayo. Pero el Consistorio no despeja la duda.

Traslado masivo de trabajadores

Las mismas fuentes critican, sin embargo, que unos 70 trabajadores de Madridec han sido trasladados de la Casa de Campo al clausurado Pabellón Municipal de Congresos, con el gasto que ello acarrea. “Y no es solo el gasto”, explica una persona, “también es que trasladen a decenas de empleados a un edificio de Campo de las Naciones que supuestamente tiene fallos de seguridad o no cumple la normativa”.

En la oposición también se deplora que la decisión del nuevo CEO de Madridec, Pablo del Amo, se haya basado, según ellos, “en una cuestión de imagen”. Aparte de Del Amo, Botella ha destituido a casi toda la cúpula de Madridec y ha fichado a nuevos directivos que acompañarán al consejero delegado. También se contrató a un head-hunter (cazatalentos) para traer a Del Amo. 

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