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España

El PSOE y PSC buscan intermediarios para evitar la ruptura total

El líder del PSC, Miquel Iceta.

Ni la gestora que dirige en estos momentos el PSOE ni el Partido Socialista de Cataluña (PSC) han encontrado hasta ahora un 'hombre bueno' que valga para evitar la ruptura definitiva entre ambas organizaciones, después de 38 años de convivencia. “Tenemos que impedir por todos los medios que el comité federal del domingo salga mal y también que se produzca la fractura con el socialismo catalán porque eso sería tanto como pegarnos un tiro en ambos pies al mismo tiempo”, refieren fuentes socialistas.

Varias federaciones del PSOE disparan su presión sobre el PSC para que no rompa la disciplina en la investidura

La federación andaluza, la castellano manchega y hasta el propio Alfredo Pérez Rubalcaba, están sembrando de advertencias al PSC sobre lo que pondría en riesgo si rompe la disciplina de voto después de que el comité federal apruebe este fin de semana la abstención. Un sector del socialismo catalán interpreta estas amenazas como un elemento más de presión, porque entiende que una ruptura definitiva entre ambas organizaciones no favorece a ninguna pues condicionaría negativamente los intereses electorales tanto del PSOE como del PSC.

Tanto el presidente de la gestora, Javier Fernández, como el triunfador de las primarias del PSC, Miquel Iceta, comparten este análisis, por lo que están de acuerdo en buscar después de la investidura de Mariano Rajoy un intermediario que pueda aproximar posiciones en un choque de legitimidades que ampara a las dos partes. Es evidente que el máximo órgano del PSOE entre congresos está legitimado para decidir la estrategia política del partido y también que el consejo nacional del PSC tiene los mismos poderes para lo que concierne a esta formación. “La abstención en la investidura va a resultar muy dolorosa para todo el partido, pero si encima sumamos a ello esta ruptura, estaríamos abocados al suicidio colectivo ya que ni el PSOE está ahora en condiciones de ganar unas elecciones generales sin el granero catalán ni el PSC podría reconstruirse fácilmente sin el apoyo del socialismo español”, añaden estas fuentes.

¿Hacia un grupo de 77 diputados?

La solución que acaricia un sector de la federación andaluza del PSOE, la expulsión del PSC de los órganos federales, no arreglaría nada, según dirigentes de las dos organizaciones, ya que llevaría consigo su salida también del grupo parlamentario, que se quedaría en 77 diputados. Conclusión compartida: todos saldrían perdiendo en el corto y medio plazo, aunque a largo permitiría al Partido Socialista recobrar una identidad plena en una comunidad tan señera como Cataluña.

La mayoría de los cuadros y dirigentes del PSC consideran que la abstención de sus diputados en Madrid les valdrá para salvaguardar su coherencia sin asumir responsabilidades. Son conscientes de que facilitar la investidura de Rajoy tendría un efecto doblemente perverso en Cataluña, donde la inmensa mayoría del electorado ve al PP como el principal culpable del conflicto que se vive en esta comunidad.

El perfil del intermediario que buscan Fernández e Iceta: alguien respetado y con poder orgánico en el partido

“Es una auténtica desgracia”, concluyen otras fuentes, “que Javier Fernández no pueda ejercer de hombre bueno en este contencioso”, al haber roto desde el principio su neutralidad decantándose a favor de la abstención. “Se trata de buscar personas con la legitimidad y el poder orgánico suficientes como para coser las heridas tan profundas que dividen al partido. La sacudida que hemos sufrido no ha dejado indemne a nadie. La visceralidad es tan grande que no hay solución de corto plazo”, vaticinan dirigentes de ambos lados, pesimistas ante el papel que puedan jugar Fernández e Iceta una vez que Rajoy haya sido confirmado al frente del Gobierno.

 

 

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