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Política

Moncloa confía en mantener su idilio con el PNV

El anuncio de ETA llega en un momento sumamente incómodo para el Gobierno. El PNV está a punto de convertirse en su apoyo decisivo para sacar adelante los presupuestos en el Congreso. El comunicado de la banda terrorista puede interferir en forma notable en la negociación entre Moncloa y el Gobierno vasco. 

El Gobierno de Urkullu ha recordado con insistencia su voluntad de incluir la transferencias de las competencias en materia penitenciaria. También reclama un acercamiento de los presos terroristas a las cárceles del País Vasco. El Gobierno ha hecho saber con insistencia que estas cuestiones no pueden incluirse en un acuerdo sobre los presupuestos. "Línea roja", aseguran en Moncloa. Alfonso Alonso, el hombre del PP en el País Vasco, lo repite con cierta frecuencia. Quizás ahora haya que empezar a matizar.

Fluidez en el diálogo

Las relaciones entre el Gobierno central y el vasco atraviesan por unos momentos de enorme fluidez. Este miércoles, los 'populares' se convirtieron en el socio elegido por Urkullu para sacar adelante los presupuestos vascos. Rajoy confía en que lo mismo ocurra en Madrid con las cuentas públicas del Estado.

El jueves se producía otra muestra más de las buenas relaciones ente ambas formaciones, cuando los diputados nacionales se convertían en el único sustento al decreto del Gobierno sobre los estibadores. "Es un partido serio, en el que se puede confiar", aseguraban miembros del Gobierno. ETA irrumpe en el idilio, el Gobierno se mantiene en su postura de siempre. Nada que hablar de presos ni cárceles hasta que la banda no se disuelva. En Moncloa se está a la espera de los primeros movimientos de Urkulllu, que pueden ser decisivos.

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