Publicado: 26/05/2015 22:02
Desde este sábado, los trabajadores de las empresas subcontratadas de Telefónica están atrincherados en el Mobile World Center. Tras otro día más de ocupación, las cámaras de videovigilancia del edificio de la plaza de Catalunya han registrado cómo los activistas lograron engañar al equipo de seguridad del inmueble y además han captado al líder de la CUP, David Fernández, y al número 4 de la lista de Barcelona en Comú, Jaume Asens.
La protestas se iniciaron a principios del mes de abril, cuando subcontratados de la compañía empezaron a protestar por las condiciones laborales con las que tienen que trabajar día a día, como jornadas laborales de 14 horas, según recoge Economía Digital. A principios del mes de mayo, los sindicatos mayoritarios, CCOO y UGT, llegaron a un acuerdo con la compañía, pero la lucha siguió cuando los minoritarios decidieron seguir plantando cara a Telefónica.
Las cámaras de seguridad recogen como se inició la ocupación. Un guardia se da cuenta de un suceso extraño en el interior del edificio y a causa de esto decide acercarse a la puerta para evitar la entrada de un grupo de personas con un cochecito de bebé, que lleva a que un grupo que esperaba la reacción del guardia corrió hacia la puerta para facilitar la entrada del resto, que, tras un forcejeo, logra entrar, dejando al guardia en el suelo. Más tarde, las cámaras de vigilancia captan como el líder de la CUP, acompañado del futuro concejal de Barcelona en Comú, entran en el edicio y comentan la acción con los activistas.
Tras esto, uno de los guardia intenta volver a hacerse con el contro de la situación, y se produce un forcejeo con los activistas. Asens sale del inmueble al ver la confrontación y Fernández acude a hablar con el guardia, según las imágenes avanzadas por el diario El Mundo. Tras dos minutos de tensión, el guardia desiste y marcha. Los Mossos d'Esquadra han decidido no desalojar a los ocupantes tras una petición en esta dirección realizada por Telefónica, una decisión que apoyó la Fiscalía, que argumentó que se trataba de una "medida precipitada", lo que podría llevar a una alteración del orden público y multitud de lesionados".
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