Rajoy: "El Estado no se somete a chantaje, los SMS así lo demuestran"

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha comparecido este lunes en Moncloa junto al primer ministro polaco Donald Tusk. Los acuerdos con el premier polaco quedaron en segundo plano, pero Rajoy se había preparado bien el discurso. Y a la primera pregunta relativa al escándalo de Bárcenas y la financiación ilegal del PP, soltó una larga concatenación de ideas:

"El Estado de Derecho no se somete al chantaje, la justicia lo está haciendo de forma independiente con la colaboración del Gobierno. Ni se ha producido, se está produciendo o se producirá ningún tipo de presión a la administración de justicia, Agencia Tributaria, policía judicial o ningún otro escalón administrativo". Según Rajoy, siguiendo la idea expresada por su vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, "la mejor prueba es que las personas, los fiscales, el juez, los policías o el personal de los que intervienen en este caso son las mismas que lo llevaban antes de la formación del Gobierno. Las instituciones han actuado, actúan y actuarán con independencia y sujeción exclusiva a la Constitución y a las leyes, y será así mientras yo sea presidente". Para Rajoy, los SMS de Bárcenas demuestran que no ha cedido al chantaje.

Con respecto a las peticiones que se han hecho de dimisión del presidente, Rajoy ha dicho que "España está en una situación muy difícil y en la buena dirección para superar la crisis con datos muy positivos en los últimos meses. El gran valor que tiene nuestro país ahora es la estabilidad política y yo voy a defender el mandato que me han dado los españoles", ha asegurado.

Referencias al 'discurso del plasma'

Siguiendo la costumbre 'rajoyiana' de no ser muy explícito en aquellos temas que no le agradan, el gallego ha recordado que el tema Bárcenas "adquirió importancia en enero, me ratifico en lo que dije el 3 de febrero y sobre todo lo que afirme en el debate del estado de la nación. Entonces todos los grupos parlamentarios tuvieron la oportuidad de debatir conmigo sobre esta materia y lo hicimos largo y tendido. Un presidente del Gobierno no puede estar saliendo cada día al paso de todas y cada una de las insinuaciones, rumores e informaciones interesadas de todo tipo que se realizan".

Por último, se ha referido a los SMS diciendo que "lo único que hacen es ratificar lo que les he dicho antes: que el Estado de derecho no se somete al chantaje y las instituciones, justicia, policía judicial y tributaria, han actuado y seguirán actuando con independencia. Esto es una democracia seria y a las pruebas me remito. Quiero añadir que los dos pilares más importanes de la política española son el programa de reformas y la estabilidad política. Y como presidente del Gobierno no voy a consentir que ninguno sufra daño. El Gobierno seguirá la tarea sin pausas ni vacilaciones y que nadie piense que vamos a distraernos de nuestro propósito", ha zanjado Rajoy, haciendo una nueva defensa de la "seriedad" de España y su sistema democrático.

Batalla entre los medios

Por otra parte, han sido muy polémicas las únicas dos preguntas que ha concedido el presidente, y que se han dado a 'ABC' y a la agencia Efe. La primera de ellas, hecha por el diario monárquico, apenas ha hecho sangre y ha sido seguida por una respuesta preparada e incluso leída del presidente. Los periodistas de 'El Mundo' y 'El País' hablan de "bochorno" al considerar que con el pacto con 'ABC' se ha impedido que ellos pudieran preguntar.

"Moncloa nos la ha jugado, pues como sólo son dos preguntas, éstas se pactan entre todos", ha dicho el redactor del diario de Prisa, Carlos Cué, a través de Twitter. De igual modo se ha expresado Marisa Cruz, del diario de Rizzoli: "Moncloa ha decidido saltarse el turno de preguntas habituales de los periodistas para dar directamente la palabra al diario 'Abc' con una cuestión 'precocinada' y ofrecer así la oportunidad de que Rajoy diese su versión de los hechos sin matices". El propio periodista de 'ABC', Mariano Calleja, ha reconocido que antes de la rueda de prensa ha recibido una llamada de su director, Bieito Rubido, dictándole qué pregunta tenía que hacer, y que se ha limitado a ejecutar la órdenes de su superior.