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España

Sánchez desdeña la alternativa de Susana Díaz y promete ir a por todas en las primarias

Mariano Rajoy y Susana Díaz, ayer tarde en La Moncloa.

Pedro Sánchez encaja estos días con resignación la campaña en la que se ha embarcado Susana Díaz para su puesta de largo como futura candidata a las elecciones generales. El líder socialista asegura en comentarios privados que se lo esperaba y que es lógico que la presidenta andaluza tienda a ocupar su espacio político. Pero, a continuación, añade que no le preocupa lo más mínimo su recorrido porque él promete ir a por todas y cuenta para ello con las simpatías de la militancia socialista.

Según las confesiones que Sánchez hace a sus más allegados, da por hecho que después de las elecciones municipales y autonómicas de mayo se reabrirá formalmente la pugna por el control del partido, algo que considera contraproducente para sus intereses electorales, pero también lógico en un proceso tan democrático como el que el PSOE ha elegido para designar al candidato que ocupará el cartel en las legislativas.

Sánchez da por hecho que después de las elecciones municipales y autonómicas de mayo se reabrirá formalmente la pugna por el control del partido

La fecha elegida para la celebración de las primarias socialistas no es casual. Alfredo Pérez Rubalcaba, antes de tirar la toalla como consecuencia de los resultados de las pasadas elecciones europeas, había fijado esta cita para meses antes de las generales, aunque después corrigió el calendario y, obligado por la presión de los barones regionales, se comprometió a hacerlas en el mes de noviembre. El batacazo de mayo hizo saltar todo por los aires, hasta que en el congreso extraordinario de julio Pedro Sánchez salió elegido secretario general. ¿Para cuando las primarias?, fue una de las preguntas que le hicieron con insistencia los periodistas en sus primeras apariciones públicas. Después de pensárselo mucho, las desplazó al mes de junio con el argumento de que celebrarlas cuando se había comprometido Rubalcaba hubiera tenido para él una lectura complicada, pues cuatro meses después de ser elegido se hubiera reabierto la disputa por el liderazgo y le hubiera dado una imagen de enorme fragilidad. Sus temores se han cumplido a medias, pues aunque todavía no se ha declarado una batalla formal, todos los movimientos entre bambalinas que se detectan dentro del PSOE conducen a un nuevo enfrentamiento.

En el equipo de confianza de Sánchez se sabe que la embestida de Susana Díaz responde a los consejos que ha recibido de quienes opinan que el liderazgo del secretario general se está afianzando y cogerá velocidad de crucero si en mayo el PSOE conquista Madrid después de más de dos décadas de gobierno del PP. De esta forma, se explican las prisas de la presidenta andaluza, quien no desaprovecha ocasión para presentarse como uno de los principales referentes de la política nacional. Lo hace periódicamente en la capital y este lunes ha elegido como escenario La Moncloa, donde ha sido recibida por Mariano Rajoy.

La lideresa andaluza pisa fuerte en La Moncloa

Allí, precisamente, desde La Moncloa, ha querido dejar claro que respalda a Sánchez como secretario general, eludiendo darle su aval como futuro candidato a la Presidencia del Gobierno. Igual que en julio no dio su apoyo a ninguno de los tres aspirantes al timón de Ferraz, dijo ayer con evidentes dosis de hipocresía, ahora no considera propicio el momento para dar el paso.

Susana Díaz, desde La Moncloa, elude respaldar a Sánchez como futuro candidato del PSOE a las legislativas

En todo caso, ha enfatizado que las elecciones de mayo serán el gran examen para Pedro Sánchez, la prueba del algodón que valdrá para saber si el PSOE es un partido “fuerte y unido”, capaz de imantar a los ciudadanos. En esta carrera, ella no piensa desaprovechar ninguna oportunidad para dejarse ver como una lideresa a la que le viene pequeña Andalucía. Ayer mismo habló con Rajoy de la situación política en general, de la amenaza de Podemos, de Cataluña y mucho de economía. Y por si alguien duda de que vuela alto, anunció que las mismas reivindicaciones que ayer trasladó al presidente del Gobierno sobre inversiones en infraestructuras en su tierra se las comunicará la semana que viene en Bruselas ni más ni menos que a Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea, con quien Pedro Sánchez, que se sepa, todavía no se ha entrevistado. En la sede socialista de la madrileña calle Ferraz han debido tomar buena nota de ello.

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