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España

Margallo pide que se retiren los bloques de hormigón para retomar el diálogo

El ministro español de Exteriores, José Manuel García-Margallo, en una imagen de archivo

José Manuel García Margallo ha recordado este martes en una carta enviada a The Wall Street Journal que la posición del Gobierno español en el conflicto en Gibraltar sigue abierta al diálogo con el Reino Unido, y trae a colación las palabras de Mariano Rajoy reiterando que "primero es necesario que el Gobierno británico muestre intención de reparar el daño causado, especialmente retirando los bloques de hormigón que fueron lanzados a la bahía". 

Pese a dejar la puerta abierta al diálogo, Margallo vuelve a exponer los agravios sufridos en la zona y defiende la postura española al respecto. "Al contrario que el británico, el Gobierno español es condescendiente con el contexto de las organizaciones internacionales, tiene plena confianza en ellas y está siempre dispuesto a cumplir sus mandatos. La ONU tiene numerosas resoluciones en las que establece claramente que la situación colonial de Gibraltar debe terminar y esto debe hacerse a través de negociaciones entre España y Reino Unido. Desde el comienzo de la actual legislatura el Gobierno español ha perdido al británico reestablecer las negociaciones tan pronto como fuera posible sobre la soberanía de Gibraltar, que ha ido demasiado lejos", explica el ministro.

El responsable de Exteriores defiende en el artículo la posición del Gobierno, recordando la 'violación' más reciente por parte de las autoridades de la zona: el lanzamiento de 70 bloques de hormigón en la Bahía de Gibraltar. "España no tiene ninguna duda sobre la soberanía en estas aguas. Están fuera del itsmo que une Gibraltar con España, que nunca ha sido cedido a Reino Unido con el Tratado de Utrecht. Estas aguas y por lo tanto esas tierras siempre han permanecido bajo soberanía española", alega. 

Margallo defiende que no tiene ninguna duda de la soberanía española sobre las aguas donde se lanzaron los bloques de hormigón

Margallo pasa a enumerar algunos agravios cometidos por los responsables del Peñón, defendiendo que el lanzamiento de los bloques supone una violación de las reglas más básicas de conservación medioambiental y que han impedido su principal actividad a los pescadores locales, que desarrollan el 25% de su oficio en estas aguas. 

También menciona el ministro otra 'importante violación': el contrabando que se lleva a cabo en Gibraltar. "El hecho de que no se considere parte del terriorio aduanero europeo y que no se le aplique el sistema de impuestos ha promovido un enorme incremento del contrabando, incluido el del tabaco. Por lo tanto, es absolutamente necesario controlar el tráfico de los que pasan la frontera entre Gibraltar y España. Los controles son esenciales para nuestro país de acuerdo a las responsabilidades con la UE, y son acordes al Tratado fronterizo Schengen", reitera. 

Otro problema enumerado por Margallo es el régimen fiscal de Gibraltar, que se caracteriza, según sus palabras, por la opacidad, especialmente en el impuesto sobre sociedades. Según las autoridades fiscales británicas, el Peñón tiene 21.770 sociedades registradas, de las cuales sólo el 10% paga impuestos, algo que contrastándolo con la población de 30.000 personas que tiene, muestra que la mayoría de esas sociedades pertenecen a no residentes que evitan tributar, algo de lo que España ya se ha quejado en diversas ocasiones en forums como el G-20 o el G-8. 

Pese a otros ejemplos de agravios como el contrabando o el régimen fiscal del Peñón, el ministro deja abierta la puerta del diálogo con el Reino Unido

"El Gobierno español está tomando medidas para combatir el fraude fiscal que se origina en Gibraltar: compañías pantalla fijadas allí que ocultan la propiedad de más de 3.000 propiedades en España y 6.700 gibraltareños cuyo domicilio real, que no fiscal, está en España y que se benefician de nuestros servicios sociales e infraestructura sin contribuir con sus impuestos", comenta. 

Pese a señalar que existen más ejemplos de violaciones de las obligaciones internacionales, considera que con los ya expuestos es suficiente, pese a lo cual, vuelve a tender la mano al Gobierno británico. "España tiene amigos y ve a Reino Unido como uno de ellos. Pero en toda amistad es necesario cultivar la confianza y afrontar los conflictos con honestidad y transparencia. Estamos preparados para el diálogo, pero tiene que ser bilateral y que respete las leyes internacionales, europeas y nacionales", conluye. 

Por último, Margallo recuerda que España acepta la creación de forums en los que otras autoridades, como las gibraltareñas o las andaluzas, puedan participar en las áreas donde tengan competencias, especialmente en las concernientes a los residentes a ambos lados de la frontera.

 Londres: "Está claro quién es el responsable de las aguas"

Una portavoz del Gobierno de David Cameron ha dejado claro que Londres no está dispuesto a entablar ninguna conversación sobre  el asunto. "La soberanía está clara en nuestras mentes", ha defendido, subrayando que las únicas conversaciones que Reino Unido podría contemplar serían entre España y Gibraltar sobre las prácticas pesqueras pero no sobre la soberanía o el control de las aguas de pesca del Peñón.

"Debería haber algún tipo de diálogo sobre la pesca", ha insistido la portavoz de Cameron, "pero este no sería sobre quién es responsable de las aguas, ya que eso está claro".

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