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España

El caos en el PSOE vuelve a enfrentar, 14 años después, a Bono y Zapatero: uno apuesta por Sánchez y otro por Madina

José Luis Rodríguez Zapatero y José Bono, en el Congreso de los Diputados.

El expresidente del Congreso José Bono suele comentar a sus más allegados que a Eduardo Madina le falta un hervor, que no le ve liderando con autoridad el PSOE, que carece de arrojo para conducir un partido tan dividido en tribus. En realidad, pensaba lo mismo de Zapatero, su contrincante de hace 14 años, cuando, a pesar de contar con el abrigo del ‘aparato’ y de Alfredo Pérez Rubalcaba, le ganó la batalla al conseguir el apoyo de los guerristas, que dejaron a Matilde Fernández en la estacada. Con el discurrir de los años, Zapatero llegó a La Moncloa y se sentó en ella durante ocho años, tiempo en el que forjó con Bono una cierta cercanía después de ficharle como ministro de Defensa.

Bono opina que a Madina le falta un hervor y no está preparado para dirigir el partido

El pasado octubre, Bono se mezcló casi de incógnito entre el público que asistió en el madrileño Círculo de Bellas Artes a la presentación de un libro sobre Zapatero. Oficiaba la ceremonia un tímido Eduardo Madina, que hizo malabarismos para no mencionar al expresidente durante su intervención. Después del acto, Bono comentó a sus amistades que no veía a ese chico preparado para encaramarse a la dirección del partido y, mucho menos, para presidir un Consejo de Ministros.

Asomó discretamente entonces, un mes después, el nombre de Pedro Sánchez, elevado por primera vez a una crónica por Vozpopuli. Bono le tomó enseguida las medidas y decidió respaldarle en sus ambiciones con la ayuda de personas de tanta confianza como Chunda, su brazo derecho en su etapa como presidente de Castilla-La Mancha, como ministro y como tercera autoridad del Estado.

Bernardino León, en el equipo del diputado vasco

El caos en el que está sumido el PSOE desde mucho antes del batacazo europeo del 25-M, ha colocado el tutelaje que ejerce Bono sobre Sánchez frente al que aplica Zapatero sobre Madina. El diputado vasco ha iniciado su viaje a la secretaría general acompañado por hombres de la entera confianza del expresidente, como el diplomático Bernardino León, brazo derecho de Zapatero en La Moncloa hasta meses antes de que Mariano Rajoy ganara las elecciones al PP a finales de 2011.

Bono y Zapatero se han movido desde entonces en la sombra para influir en el relevo de Alfredo Pérez Rubalcaba, al que ambos habían puesto fecha de caducidad antes de las generales de 2015. De hecho, presionaron de forma indirecta para acelerar la convocatoria de primarias, hasta que el todavía secretario general cedió y les puso fecha para noviembre.

Madina vuelca sus esfuerzos en convencer de que puede llevar al PSOE al Gobierno

En estos momentos, la mayoría de los ‘barones’ socialistas opina que la batalla por la secretaría general está muy abierta y dependerá de la militancia andaluza y valenciana, sobre todo. La presidenta de la Junta, Susana Díaz, está en condiciones de influir en el voto de los 46.000 militantes que tiene su formación y lo mismo puede decirse de Ximo Puig, candidato a la presidencia de la Generalitat valenciana. Hasta que la semana pasada Díaz no hizo pública su retirada de esta competición, Pedro Sánchez y Eduardo Madina no se atrevieron a dar la cara y exhibir sus equipos. Sus intervenciones evidencian que el primero está obsesionado por acentuar su distancia del ‘aparato’ que ha conducido a su partido al caos, mientras que el segundo, que ha formado parte del mismo, vuelca sus esfuerzos en hacer creer que es el que tiene mayores posibilidades de recuperar al PSOE como formación de Gobierno.

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