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España

El informe 'fantasma' sobre las cuentas suizas de Mas pone en la cuerda floja al ministro del Interior

Casi tres semanas después de que la prensa aireara la existencia de un informe policial fantasma que acusaba a las familias de Jordi Pujol y Artur Mas de tener cuentas secretas en Suiza, el Ministerio del Interior no sólo no ha sido incapaz de localizar su origen e identificar a sus autores, sino que su máximo responsable, Jorge Fernández Díaz, se ha puesto a si mismo contra las cuerdas al mostrar públicamente su apoyo a dos mandos policiales que intentaron convencer a la Fiscalía Anticorrupción de que registrase la sede de Convergencia Democrática de Catalunya (CDC), el partido de Mas, en plena campaña electoral. El caso ha abierto, de hecho, un distanciamiento entre los máximos responsables de un departamento que parece confiarlo todo al tiempo y el olvido para salir del embrollo en el que se ha metido.

Las declaraciones de Fernández Díaz confirman que mandos policiales han 'puenteado' con su beneplácito a su máximo responsable político, Ignacio Cosidó

Aunque desde el Partido Popular se insiste que la nueva "salida de tono" de Fernández Díaz al respaldar la actuación de los dos comisarios es "una más" de un ministro que se ha distinguido por su "incontinencia verbal", lo cierto es que fuentes de dentro del propio departamento destacan a Vozpópuli que el incidente ha sido "la gota que ha hecho rebosar el vaso de la paciencia en el Gobierno". Fernández Díaz, siempre cerca de Mariano Rajoy desde hace años, parece haber superado las líneas rojas que el pasado verano ya estuvo a punto de sobrepasar cuando se enfrentó a las asociaciones de víctimas a cuenta de la excarcelación del etarra Josu Uribetxeberría Bolinaga, el secuestrador de José Antonio Ortega Lara. De hecho, algunas fuentes consultadas sitúan ya Fernández Díaz como uno de los principales candidatos a abandonar el Ejecutivo en la primera remodelación ministerial que afronte Mariano Rajoy.

Y es que en esta ocasión sus palabras han molestado tanto dentro del Gobierno como de su propio departamento, y han revelado que algunos mandos han 'puenteado' literalmente a sus superiores para informar de ciertas actividades directamente al ministro. "Han dado la sensación ante la opinión pública de que hay una politización de las investigaciones", reconoce con malestar un alto mando policial que prefiere mantenerse en el anonimato. Es el caso de los dos policías que protagonizaron la extraña reunión con dos fiscales de Barcelona, los comisarios José Luis Olivera, director del CICO y anterior jefe de la UDEF, la unidad responsable de investigar el caso Palau, y Marcelino Martín Blas, máximo responsable de la Unidad de Asuntos Internos de la Policía. Ninguno informó de la misma ni al actual responsable de la unidad ni al comisario general de Policía Judicial, José García Losada, y ni tan siquiera al director general de la Policía, Ignacio Cosidó, conocía que se iba a producir.

La 'sombra' del número 2 de la Policía

Del encuentro sólo estaba informado el director adjunto operativo de la Policía (DAO) de la Policía, el comisario Eugenio Pino, un hombre al que algunas fuentes califican de "muy cercano al PP gallego" aunque desde su entorno lo niegan, y que desde que accedió al cargo ha mantenido hilo directo con el propio ministro. Algunas fuentes añaden que el número 2 de la Policía ha tenido varios fuertes encontronazos con su inmediato superior, Cosidó y, de hecho, se señala  como el principal instigador de la salida de la Dirección General  hace unos meses del inspector jefe Pedro Agudo, uno de los más cercanos colaboradores del propio director general. Estos extremos, sin embargo, también son rechazados de plano por fuentes cercanas a ambos protagonistas, que insisten en hablar de "muy buena" sintonía entre los dos. No obstante, varias fuentes policiales consultadas interpretan el respaldo público del mismísimo ministro al encuentro de los dos mandos policiales con la Fiscalía, aún lleno de puntos oscuros, como un apoyo abierto a Pino, y recalcan en este sentido el significativo silencio que esta la fecha ha mantenido Cosidó sobre el tema.

Oficialmente se ha intentado quitar importancia al incidente con el argumento de que Cosidó no tiene por qué estar al tanto de todas las gestiones que realizan los mandos policiales, sin embargo las extrañas circunstancias del mismo --los dos comisaríos acudieron con el pretexto de informar sobre la puesta en marcha de un nuevo grupo policial y acabaron pidiendo el registro de la sede del partido de Mas--, ha provocado un aluvión de preguntas sobre el verdadero fin del encuentro que hasta ahora sólo han encontrado vagas y contradictorias respuestas por parte de Interior. Incluso la Fiscalía ha mostrado claramente en los últimos días su "indignación" tanto por el suceso como por la decisión de Fernández Díaz de salir en apoyo de ambos policías. "Va a ser difícil recomponer la confianza con Interior después de lo ocurrido", aseguraban a Vozpópuli fuentes de la Fiscalía Anticorrupción.

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