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España

El primogénito de Pujol también tiene cuentas en Suiza en las que figura como marmolista

Jordi Pujol, durante el entierro de Santiago Carrillo.

Jordi Pujol Ferrusola, primogénito del expresidente de la Generalitat, ha derivado dinero a Suiza figurando como “gestor de una compañía de mármol radicada en Barcelona”, según consta en un documento policial del que se hace eco hoy el diario El Mundo. Pujol Ferrusola es, junto a su esposa, Mercè Gironès, el responsable de Iniciatives, Marketing i Inversions, anteriormente denominada Natural Stone Marketing Centre, compañía dedicada a la compraventa internacional de mármoles y granitos. Esta sociedad fue una de las beneficiadas de la adjudicación a dedo de la instalación del mármol del aeropuerto de El Prat.

De acuerdo con El Mundo, la Policía tiene en su poder un documento bancario que revela que el empresario Jordi Pujol Ferrusola posee cuentas en Ginebra haciéndose pasar por un “marmolista barcelonés”. Los investigadores han conseguido certificar que el primogénito del expresidente de la Generalitat figura en los archivos de un banco radicado en Ginebra como “director general de una compañía de mármol de Barcelona”.

Atendiendo a fuentes de la investigación, se trabaja en la identificación de los depósitos bancarios del hijo del histórico líder de CiU a través del referido documento policial, en el que, agregan las mismas fuentes, se le informa al cliente de los pasos a dar para operar en el paraíso fiscal de las Islas del Canal a través de la oficina que la entidad financiera posee en Londres, y se le recuerdan los datos personales que obran en poder del banco por si procede actualizar algún extremo.

Esta nueva línea de investigación ha sido incorporada a los datos reflejados por la Unidad de Delincuencia Económica y fiscal (Udef). Los fondos están a nombre, según precisaba la Policía, de una fundación del clan Pujol “de la que penden a modo de racimo ocho sociedades”. Esta fortuna procedería sustancialmente del cobro de comisiones ilegales a contratistas de la Generalitat a través del Palau de la Música.

Tras rastrear los depósitos bancarios de los que proceden los fondos utilizados, la Policía ha “detectado una fundación de la que pende a modo de racimo ocho sociedades, con un capital disponible de 137 millones de euros”.

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