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España

Zarzuela mantiene su estricto veto a Londres: los reyes no viajarán por ahora a Reino Unido

Los reyes de España en su última visita a Alemania junto a la canciller Angela Merkel

Los reyes no se plantean incluir al Reino Unido en su agenda de viajes a las principales plazas europeas. No se han planteado en ningún momento, ni siquiera en fase de estudio, en contra de algunas versiones procedentes de ambiente diplomáticos del Reino Unido. La actitud mantenida por el Foreign Office bajo el Gobierno de David Cameron y su apoyo a las tropelías de Fabian Picardo, el ministro principal del Peñón, no hacen presagiar un deshielo en ese punto tan conflictivo en las relaciones entre ambos países. Determinadas teorías señalan desde las islas que don Felipe podría protagonizar un desplazamiento a las islas con motivo de alguna celebración de la familia real británica o con una excusa de similar perfil. Asunto bien distinto son las visitas privadas que doña Sofía realiza habitualmente a la capital del Reino Unido para encontrarse con su hermano. O incluso alguna escapada de índole personal del propio padre del rey, nunca confirmada.

Recorrido por Europa

Vaticano, Portugal, Francia, Países Bajos, Bélgica, Italia y, días atrás, Alemania, son algunos de los viajes a países de la UE que ha llevado a cabo don Felipe desde su proclamación. La agenda incluye nuevos desplazamientos una vez superadas las fiestas navideñas. La visita al Reino Unido no se contempla ni siquiera a título de reflexión. Pese a los lazos familiares y las simpatías personales entre las casas reinantes en los respectivos países, el escollo siempre es el mismo: Gibraltar.

El revolcón sufrido este miércoles por la diplomacia británica en la UE al quedar excluido el aeropuerto gibraltareño del Cielo Único Europeo ha sido una sonoro bofetada que todavía resuena en os pasillos del palacio de Whitehall. Una victoria en toda regla liderada por la ministra de Fomento, Ana Pastor, y los excelentes equipos del Exteriores que laboran en Bruselas. 

Sí viajaron don Juan Carlos y doña Sofía a Londres con motivo del jubileo de oro de Isabel II, en 2002, en un gesto sin precedentes que, sin embargo, no se tradujo en absoluto en algún tipo de paso por parte de la cancillería británica con respecto a las diferencias sobre la roca. Diez años después, doña Sofía anuló otra visita a Londres, para la celebración del jubileo de diamante de Isabel II, en respuesta a la actitud hostil mostrada por las autoridades británicas con pesqueros españoles, así como a la provocación que supuso la visita del príncipe Eduardo al Peñón.

Nada permite avanzar que bajo el Gobierno de Cameron vaya a registrarse un paso en la línea de la distensión. Con el socialista Miguel Ángel Moratinos al frente de la cartera de Exteriores, se incurrieron en diferentes despropósitos que afectaron muy duramente a los intereses españoles sobre el peñón. Un disparate tras otro hasta consumar una cumbre a tres, en el que se concedió al representante gibraltareño sentarse en un plano de igual con las legaciones española y británica.

Con García-Margallo se ha recuperado el terreno perdido e incluso de han dado algunos pasos en la línea de firmeza. Y la victoria lograda esta semana en Bruselas es una baza de importancia a sumar en el activo del Gobierno español. Una noticia que se ha recibido como un puñetazo en Londres. De ahí que las versiones que circulan en círculos diplomáticos del Reino Unido sobre una posible visita de los Reyes carecen de sentido. Sin un gesto de Cameron sobre Gibraltar no habrá nada nuevo.

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