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Política

Los candidatos de Génova arrasan sin concesiones en los congresos del PP

El presidente del PP cántabro, Ignacio Diego, saluda a la ganadora de las primarias y candidata de Génova, María José Sáenz de Buruaga.

Cuatro votos le faltaron a Ignacio  Diego para renovar al frente del PP de Cantabria. Cuatro votos en la segunda vuelta, esa fórmula de 'primarias light' ideada por Génova para modular resultados sorpresa. Como en Cantabria. Ignacio Diego logró en la primera vuelta 150 votos más que su rival, María José Saénz de Buruaga, la candidata de Génova. El voto de los afiliados, la voz de las bases, respaldó a quien hasta ahora era su presidente.

En la segunda vuelta, donde entran en juego los compromisarios, mayoritariamente cargos orgánicos y miembros del aparato regional, la batalla da un vuelco. Diego pierde por cuatro escuálidos votos. Un tanteo final de 458 contra 454. Por el camino, además, fueron anuladas cuatro papeletas que podrían haber arrojado un incómodo empate. Ganó Buruaga, por la mínima, respiró Madrid.

Ni uno sólo de los candidatos críticos que osaron dar el paso al frente han logrado vencer en los congresos celebrados por toda España. Salvo excepciones, como Baleares o Cantabria, han sido masacrados. Quince victorias arrasadoras, un pleno al quince de los apadrinados por Génova, a la espera de lo que ocurra este fin de semana en Rioja, que seguramente redondeará los 16. Valencia también celebra su cónclave el próximo domingo, pero con candidato único: Isabel Bonig. Con Ceuta y Melilla (ésta última también hace su reunión el fin de semana) suman 17 congresos triunfales para la dirección de Madrid. Quien se mueve ya está fuera de la foto. 

Caso especial ha sido Extremadura, donde José Antonio Monago, también aspirante único, logró su reelección por el 99% de los votos. Ninguno en contra y sólo seis en blanco. Pese haber perdido el Gobierno, estar en la incómoda oposición y con las encuestas desfavorables, Monago ha renovado su liderazgo con un resultado de apoteosis albanesa. 

Serio compromiso en el debut

El arquitecto de todo este proceso ha sido Fernando Maíllo, que estrenaba su puesto de coordinador general del PP con estos congresos. Un reto complicado con algunas aristas arriesgadas. Rajoy no quería ruidos, ni quería primarias a lo PSOE, ni quería cismas. Silencio y unidad, era la consigna. Maíllo lo ha logrado. La fórmula de la segunda vuelta ha resultado ser todo un hallazgo.

Sólo cuatro organizaciones regionales optaron por celebrar los congresos asamblearios. Y sólo en dos de ellos se llegó a la segunda vuelta con dos candidatos en liza. Baleares, donde el oficialista Company se impuso a Bauzá y Rioja, donde todo parece indicar que Cuca Gamarra, la preferida de Génova y de Moncloa, se impondrá a José Ignacio Ceniceros, actual presidente de la Comunidad. 

Silencio y unidad, era la consigna. Maíllo lo ha logrado. La fórmula de la segunda vuelta ha resultado ser todo un hallazgo

Tuvo Maíllo que superar difíciles escollos. En su propia comunidad, Castilla y León, Herrera se negó a seguir, pese a que lo pidieron, porque rechazaba mantener como segundo de abordo a Fernández Mañueco, apadrinado por la dirección nacional. Renunció a seguir, finalmente, el veterano Herrera y Maíllo, y los compromisarios orgánicos, lograron la victoria de Mañueco. 

La batalla de Baleares resultó aún más cruenta. Biel Company, catalanista, apoyado por el PP más corrupto, se alzó sin contratiempos con el cetro balear. Maíllo se desplazó en persona a las islas para evitar sorpresas. No las hubo. Las consignas de Génova se siguen a rajatabla, como ha quedado demostrado.

Arranca la ronda por provincias

En tres semanas, el PP ha mudado de piel. Ha dicho adiós a Juan Vicente Herrera (Castilla y León), a Pedro Sanz (La Rioja), a Luisa Fernanda Rudi (Aragón), a Ramón Luis Valcárcel (Murcia) y ha confirmado a algunos interinos, como Cristina Cifuentes, Isabel Bonig o el muy polémico Pedro Antonio Sánchez. El mapa regional del PP se renueva sin estridencias ni sobresaltos. Alberto Núñez Feijóo, que había celebrado su congreso el pasado año, confirma su papel de referente entre los barones. Cifuentes aparece como la 'número dos'. 

En dos semanas se barre la ronda de los congresos provinciales. Habrá pulsos intensos y algún duelo al amanecer. "Eso es democracia", insiste Maíllo. Para mayor tranquilidad, y en contra de lo anunciado hace tan sólo un par de meses, los congresos asamblearios quedan prohibidos, salvo disposición en contrario de la Ejecutiva nacional. Todo presidente provincial será elegido por el sistema de la doble vuelta, cómoda y confortable para la dirección, y excelente antídoto contra los revoltosos. Habrá que estar muy atentos para comprobar si algún candidato disidente consigue alcanzar la victoria. 

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