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España

Las demandas de bajas incentivadas desbordan las finanzas del PSOE

El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba

El mensaje que se ha transmitido a la plantilla del partido es que ahora tiene la oportunidad de acogerse a 33 días de indemnización por año trabajado, además de un complemento que les dejaría al margen de las medidas tan estrictas que impone la nueva reforma laboral. Y es un mensaje que ha tenido éxito. De hecho, la gerencia de Ferraz se ha visto desbordada por el número de trabajadores interesados en acogerse a estas condiciones y ahora cree que sus finanzas no darán de sí para tantas demandas de bajas.

En resumen, los empleados de Ferraz que ya tienen 58 años o los vayan a cumplir durante los tres años de horizonte temporal en el que se pretende aplicar el ERE, podrán acogerse a la prejubilación. Y ello, a pesar de que el PSOE se ha destacado en las dos últimas legislaturas por criticar desde el Gobierno, precisamente, el abultado número de prejubilaciones pagadas a costa de la Seguridad Social.

La oferta de la dirección de Ferraz incluye también el abono de una indemnización de 33 días por año trabajado, lejos de los 45 que regían para el despido improcedente, pero nada que ver tampoco con los 20 días que establece la nueva reforma laboral cuando la empresa demuestre que atraviesa por dificultades económicas que ponen en riesgo su continuidad. En este caso concreto, Ferraz ha alegado que la pérdida de las elecciones generales y el abandono de algunos gobiernos regionales le han supuesto al PSOE un drástico recorte de las subvenciones públicas que se fijan a partir del número de votos y escaños.

Las cuotas de los militantes no cubren ni el 10% de los ingresos y la deuda de 46 millones de euros se está renegociando con los bancos

En un momento en que las cuotas de los militantes no llegan a cubrir ni el 10% de los ingresos totales y en el que las partidas procedentes de las subvenciones estatales se han reducido al mínimo, el encarecimiento de los costes laborales ha puesto al principal partido de la oposición en una situación delicada, según fuentes de Ferraz.

Las cuentas que los socialistas llevaron a su último congreso revelan que su deuda total asciende a 46 millones de euros y está pendiente de renegociación con los bancos. Si en 2008, año en el que Zapatero revalidó su mayoría, las subvenciones oficiales suponían el 88% de los ingresos, después de la sangría electoral del año pasado este porcentaje se ha reducido en casi un 40%.

Con el ERE en marcha, los socialistas pretenden reducir, aproximadamente, el 40% de su masa salarial. Los ingresos han caído y por ello el expediente de regulación amenaza a un tercio de la plantilla. Tal y como informó Vozpópuli, el expediente de regulación de empleo está siendo elaborado bajo la supervisión de Miguel Cuenca, socio del área laboral de KPMG, quien tiene en sus manos también los expedientes que afectan al grupo Prisa.

Antes de que el ex presidente de Aragón Marcelino Iglesias abandonara la secretaría de Organización del PSOE, puesto en el que fue sucedido por Oscar López, ya se había calculado que los despidos podrían afectar a unos 200 trabajadores de los, aproximadamente, 700 con que cuenta el PSOE.

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