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España

Felipe González descarta que el Rey pueda divorciarse: "No está entre sus privilegios"

"El Rey no debe abdicar, porque no hay ninguna causa, ningún fundamento. Yo no he sido nunca monárquico, pero he tenido una relación con la institución muy seria durante muchos años. Cuando hay problemas muy graves a los que uno no puede o no se sabe enfrentar, facilita una fuga hacia no se sabe dónde. Han cometido errores y tienen que mejorar su prestación como Casa Real, como Jefatura del Estado. Es como decir que como no soy capaz de arreglar los problemas que tengo por delante, levanto una bandera que engloba todo lo que no tiene nada que ver con lo que estoy enfrentando, pero que me va a servir de capote para capear el temporal. No estoy de acuerdo en que se presione por la abdicación", declaraba Felipe González en una entrevista televisiva recogida por Vozpópuli

El expresidente del Gobierno era claro sobre la monarquía y sobre la situación actual de la Corona. No cree que el Rey pueda divorciarse porque no 'está entre sus privilegios', y espera que Corinna sea más prudente en un futuro para poder demostrar las cosas que dice. Sin embargo, sí cree que el caso Nóos está pasando una factura muy alta a la institución. "La Jefatura del Estado tiene que mejorar su ubicación, sus prestaciones. No es tan difícil hacerlo, ni siquiera delicado", definía. 

Para González, no se han tomado más medidas en torno a la Corona en estos 30 años porque cuando las cosas funcionan de manera razonable cuesta cambiarlas. "Se suele decir que el Rey fue clave en un momento pasado, pero no me parece justo atribuirle ese mérito. Vamos a estar agradecidos 'ad eternum'? No es cierto lo enarbolado, el Rey es la figura más respetada del país, pero tenemos que pensar si abrazamos sólo a la persona más querida", explicaba. 

"El Rey no debe abdicar porque no hay ninguna causa, y no creo que pueda divorciarse porque no está entre sus privilegios"

El expresidente también quitaba importancia a la petición respaldada por José Bono de que la infanta Cristina renuncie a sus derechos de sucesión, ya que no variaría nada la situación del país porque no tiene peso relativo. "Situémonos en la realidad del país, trabajemos para reformar la Constitución, hay que empezar a trabajar para saber si podemos tener una Constitución para los próximos 30 años", terciaba. 

González también admitía tener un trato más cercano con el Rey últimamente que hace tres años, y decía hacerle visto hace 2 o 3 meses antes de su intervención. "Él llama cuando quiere, aunque no es recíproco, yo llamo cuando está enfermo para preguntar cómo está. Con Rajoy, sin embargo, no he hablado desde que éste llegó al Gobierno. Sí he sugerido algunas propuestas en su momento, pero no he tenido ninguna respuesta, por el momento", lanzaba el sevillano. 

Diferencias en los casos de corrupción

La corrupción no quedó en el tintero en esta entrevista, en la que González quiso hacer alguna diferencia entre los dos principales casos que afectan a los dos partidos mayoritarios. Para él, el asunto de Luis Bárcenas 'tiene toda la pinta' de ser un chantaje al PP, igual que lo de Torres con Urdangarin. "Sólo sé por reflexión y experiencia, que cuando se rechaza un intento de chantaje se paga un precio, pero cuando no se rechaza se paga 100 veces más", advertía. 

El expresidente considera que el PP sí se financió ilegalmente, aunque no lo pueda afirmar, algo similar al caso Filesa, sobre el que explica que por entonces, en el PSOE sí hubo algunos años en los que se recibieron ayudas que no estaban en el marco de la Ley, pero 'aprendieron de una vez y para siempre y aquello desapareció del partido'. "Si se estuvira cumpliendo la Ley actual, si actuara con eficiencia el Tribunal de Cuentas, esto sería imposible. Siempre se puede mejorar, pero tenemos una legislación muy rigurosa en financiación de partidos, aunque hecha la Ley, hecha la trampa", decía. 

"Creo que PP se financió ilegalmente aunque no lo pueda afirmar. Por experiencia sé que si rechazas un chantaje se paga un precio, pero si no se rechaza se paga 100 veces más"

En cuanto al caso de los ERE fraudulentos en Andalucía, González explicaba que es difícil de entender que en determinados niveles de responsabilidad se esté controlando de verdad cada paso de la administración. "Siempre existe una responsabilidad aunque sea por omisión, pero los ciudadanos empezarán a distinguir entre la gente que pueda cometer un error y la gente que se está llevando el dinero. Yo le digo que tanto Griñán como Chaves son absolutamente honrados", defendía. 

Defensor de las primarias

El exlíder socialista admitía que su partido está pasando la travesía que supone perder unas elecciones cuando quien las gana obtiene una mayoría absoluta. Comprende el 'sufrimiento' de Rubalcaba porque tiene voluntad de hacer un pacto de Estado para resolver aspectos muy dolorosos de la crisis económica y social y aspectos vitales de la crisis institucional. "El problema es que el Gobierno no cree que necesite pactar, se lo permite su mayoría absoluta, y no sabe qué poner encima de la mesa, no propone nada inteligible", criticaba. 

Para él, Rubalcaba es de las personas más inteligentes y con más capacidad de análisis de la gente que conoce en política, y todo el mundo le está pidiendo a la vez que prepare una plataforma alternativa al Gobierno y que decida quién va a liderar esa alternativa. Además, cree que el candidato a secretario general debe ser el que decidan los compañeros del partido en unas primarias. "Así se le da más fuerza al candidato, no necesariamente el mejro, pero sí el que más fuerza tiene", añadía, aunque repetía que le preocupa más lo que pasa en el país que en el partido.

Complicada situación anímica del país

Felipe González admitía que 'le duele España', el desempleo, el fracaso social y económico, que se esté tambaleando un sistema de cohesión social por la sanidad y la educación, los riesgos al sistema de pensiones. Comprende que el país está en un momento muy difícil, aunque cree que todo el mundo tiene más sensación de fracaso de la que debería. 

"No hay una receta simple, pero no es verdad que ésta es la única salida porque se ve claramente que no. yo cambiaría la política de austericidio en que se está metiendo Europa. El problema es confundir un problema de deuda con un problema de solvencia. El Gobierno tiene dos muletillas permanentes, como son la herencia recibida, que tras año y medio y ninguna magnitud mejorada ya no sirve, y que obedece a Bruselas. Ninguna cifra de la etapa de Zapatero ha sido peor que las que tenemos ahora, pero creo que hay que hacerse cargo del estado de ánimo de la gente, que es muy deprimente. Hay que dar explicaciones de cuál es la realidad y de por qué se hacen las cosas y hay que ofrecer una salida", declaraba. 

González defiende que Griñán y Chaves son absolutamente honrados, y califica a Rubalcaba como una de las personas más inteligentes y con más capacidad de análisis que conoce en la política

Sin embargo, González no cree que se acabe el Estado del Bienestar, porque cuando acabe la mayoría absoluta del PP se podrá recomponer, poniendo como ejemplo del desmantelamiento del Sistema Nacional de Salud, creado en 1985 con menos posibilidades y que ahora se privatiza, pero que volverá a un acceso universal en su momento. "Nunca se ha demostrado -ni se demostrará- que una gestión privada de un servicio público como la salud de asistencia universal es más eficiente o barata que la gestión pública. Cuando se reconoce un derecho, alguien tiene la obligación de prestarlo. Si nos gastamos 9 de cada 100 euros para mantener el sistema y no es suficiente, gastamos 10 de cada 100 para garantizar ese acceso universal. En EEUU se gastan 18 de cada 100, lo que refleja que nuestro modelo es muy bueno, y es una pena que lo desmantelen, no solo en asistencia, sino en investigación, desarrollo, nuevas tecnologías, transplantes...", defendía. 

El origen de varios males actuales lo situaba González en la época de José María Aznar, en decisiones como la liberalización del suelo de 1998, que 'parecía que iba a abaratar la vivienda pero creó una burbuja inmobiliaria tremenda', o en el cambio de la política energética, que era 'para la libre competencia en el sector y por la que hoy tenemos 25.000 millones de euros de deuda con las eléctricas'. Sin embargo, también admite que Zapatero no supo corregir ciertos errores porque el ritmo de crecimiento era muy positivo. 

Por último, González es partidario de hablar de una 'segunda transición' pese a que Aznar 'quemase' el término en 1996, ya que es necesario reformar la Constitución, porque "las cosas hay que reformarlas para que sean elementos útiles a los ciudadanos", concluía. 

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